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Sense8: Mas que humanos

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Sense8: Mas que humanos

Los Hermanos Wachowski y J. Michael Straczynski nos traen una producción original de Netflix que tranquilamente compite por el puesto de mejor serie del año. Por Jota Farias

 

Los Hermanos Wachowski y J. Michael Straczynski  nos traen una producción original de Netflix que tranquilamente compite por el puesto de mejor serie del año.

Will Gorski (Brian J. Smith) es un policía de Chicago con un pasado de pandillero y algunos asuntos pendientes con su padre, ex policía. Riley (Tuppence Middleton) es una DJ islandesa que vive en Londres. Wolfgang (Max Riemelt) es un berlinés experto en abrir cajas fuertes, al igual que su difunto y odiado padre. Lito Rodriguez (Miguel Ángel Silvestre) es un actor mexicano de películas de acción que oculta su homosexualidad para proteger su carrera. Nomi Marks (Jamie Clayton) es una persona trans, activista por los derechos gay y ex cyberterrorista convertida en consultora de seguridad informática, que vive en San Francisco. Sun Bak (Doona Bae) es una ejecutiva coreana menospreciada por su padre y su hermano y también una experta en artes marciales que suele luchar en competencias ilegales. Capheus (Aml Ameen) es el propietario y chofer de la “Van Damme”, uno de los tantos matatu que tienen a su cargo la riesgosa tarea de recorrer Nairobi haciendo las veces de transporte público de pasajeros. Kala Rasal (Tina Desai) es una joven hindú a punto de casarse con un hombre que no ama como parte de un matrimonio arreglado.

Ocho personas muy diferentes en ocho lugares muy distintos. Ocho jóvenes de culturas, razas y clases sociales variadas, que verán sus vidas trastocadas al descubrir el vínculo que los une. Tienen la capacidad de ver lo que cada uno de los otros ven, oír lo que cada uno de los otros oyen, saber lo que cada uno de los otros sabe, hablar entre sí como si estuvieran en el mismo lugar e incluso tomar posesión del cuerpo de cualquiera de los otros, como si los ocho fuesen un único organismo repartido en muchas entidades independientes. Son un tipo distinto de ser humano. Son Sensates.

De esto trata Sense8, la producción original que Netflix puso a disposición de sus suscriptores en Junio de este año, con la modalidad que supo caracterizarla aunque ahora solo la emplee en algunos casos: los doce capítulos que componen su primer temporada se subieron a la vez. Los productores ejecutivos de la serie son Andy y Lana Wachowski (Matrix, El Atlas de las nubes) y J. Michael Straczynski (Babylon 5, Crusade) a través de su firma Studio JMS, para la cual representa el debut televisivo. La mayoría de las entregas fueron dirigidas por Los Wachowski y el resto estuvieron en manos de personas con las que han colaborado en el pasado, como el co-director de El atlas de las nubes Tom Tkyker. Straczynski y los hermanos son así mismo guionistas de todos los episodios de esta temporada.

8 Hermanos

Al inicio de la serie vemos a una mujer (Daryl Hannah) en una iglesia abandonada, sosteniendo contacto mental con un hombre (Naveen Andrews, el recordado Sayid Jarrah de Lost). La mujer, cuyo nombre es Angelica Turing, se les aparece fugazmente a cada uno de los ocho Sensates antes de suicidarse para evitar caer en manos de un misterioso hombre al que más tarde conoceremos como Whispers (Terrence Mann). Esas primeras secuencias nos introducen a los personajes y comprendemos de un vistazo casi todo lo que necesitamos saber sobre el universo de Sense8.

Con el correr de los capítulos poco más nos será develado con respecto al misterio de fondo, centrándose la trama en la vida diaria de cada uno de los ocho protagonistas, su pasado y su presente. Esto lejos de ser un error, es un gran acierto de los guionistas. A medida que los vínculos mentales y emocionales entre los personajes crecen y se fortalecen, cada vez más seguido dependerán de la ayuda de los otros para resolver sus situaciones personales.

Sex8:

Párrafo aparte merece la cantidad e intensidad de escenas de sexo que incluye la serie, muchas de las cuales son a mí entender injustificadas, ya que no aportan nada al desarrollo de la historia. Ya desde el episodio piloto, en el que se nos muestra un primer plano de un “dildo” recién usado nos damos cuenta de que la cosa va a venir fuerte. Y tendremos muchas más escenas de sexo, incluyendo una grupal, con dos parejas de Sense8 conectados con los demás en el momento de hacer el amor. También hay un desnudo frontal masculino, algo bastante poco visto en la pantalla.

Tengo sentimientos encontrados con respecto a estas escenas. Por un lado me parece bien que se muestren cuerpos masculinos con la misma liberalidad con la que se muestran femeninos y homosexualidad masculina con la misma prodigalidad con la que se muestra lesbianismo, barriendo un poco el doble estándar que suele imperar en el cine y la TV. Sin embargo, el desnudo y las escenas de sexo (masculino, femenino, homo o hetero) deberían siempre estar supeditadas a las necesidades de la historia. Y creo que esta serie es de las que más escenas explícitas completamente injustificadas contiene.

Inside the  series

Los creadores de Sense8 buscaban hacer algo que nunca se hubiera hecho antes (como todos los creadores de todas las series). Straczynski dice haberse inspirado en algunos amigos que tiene en distintos lugares del planeta, quienes suelen conectarse vía Internet, elegir una película y comenzar a reproducirla al mismo tiempo de modo que pueden verla y comentarla, compartiendo la experiencia pese a las distancias. Por su parte Lana Wachowski siempre se ha sentido atraída por todo lo relacionado con la evolución, las experiencias compartidas y la importancia de la humanidad. Así que cuando ambos decidieron dar forma a una nueva serie, los objetivos estaban prefijados.

Una vez establecida la meta de contar una historia a escala planetaria sobre experiencias compartidas, debieron constituir las reglas del universo ficticio. La idea es que originalmente toda la humanidad estaba conformada por sensates. La mutación la representaban aquellos que nacían sin esa habilidad, lo que los convertía (dada su falta de empatía directa con el resto de la raza) en asesinos más eficaces. Andado el tiempo, los mutantes superaron en número a los sensates, convirtiéndose en “la norma”. Los integrantes de un grupo de sensates (un cluster) están automáticamente conectados unos a otros. Para comunicar con un sensate fuera del cluster se necesita establecer contacto visual directo y esta comunicación es con el individuo, no con todo el grupo. No se puede entrar en un grupo del que no se forma parte, solo contactar a uno de sus miembros, que a su vez puede estar en conexión con el resto.

El siguiente paso fue elegir los lugares en los que situarían a los sensates del grupo. Lo que se buscaba en este caso era la mayor diversidad cultural, contrastando Nairobi con San Francisco, Seúl con Chicago o Ciudad de México con Berlín. Se consideraron muchas opciones, entre ellas Irak, antes de llegar a las ocho ciudades definitivas pero una vez decidida la cuestión se aseguraron de filmar cada escena en el lugar correspondiente para obtener la mayor sensación de realismo posible. Esto supuso un auténtico desafío para los actores. Dice Andrews, “Fue una experiencia muy dispar. Pasábamos unos pocos días filmando una escena en Chicago, pero podía ser que debiéramos terminarla en Berlín, en un escenario completamente distinto, cuatro meses más tarde. Fue extraordinario.”

Con respecto a la posible duración de la serie, según Straczynski tienen lista una segunda temporada y la idea es completar la historia en aproximadamente cinco años. “Me entusiasman mucho los arcos de cinco años. Tenemos una estructura básica de cinco años. Si Netflix decide hacerla, la Segunda Temporada ya está lista al detalle. Y luego de eso, tenemos borradores para los siguientes tres años. Necesito saber hacia dónde me dirijo. Siempre escribo con el final en mente, así que necesito saber hacia dónde me dirijo. Antes de hacer Babylon 5, ya sabía cómo sería el último episodio, y la última escena de ese episodio, años antes de que siquiera hubiéramos comenzado con ese arco”. Se suponía que la primera temporada de la serie constase de diez capítulos, pero se extendió a doce cuando los creadores llegaron a la conclusión de que necesitaban más tiempo para desarrollar correctamente la historia.

Conclusiones

Cuando supe de esta serie y guiándome por los comentarios sobre el posible argumento, mi primer pensamiento fue “Genial, otra vez la historia de los suprahumanos incomprendidos y perseguidos por los humanos corrientes. Como lo vimos en Héroes, como lo vimos en X-Men, como lo vimos tantas otras veces”. Sin embargo, la serie me atrapó desde el primer episodio, mostrando un sello propio pese a tener puntos en común con las mencionadas historias. Si tuviera que compararla con algo conocido, recurriría al libro de 1953 Más que humano, de Theodore Sturgeon, por cierto una de mis novelas favoritas. Sturgeon plantea la creación de una gestalt, un grupo de personas con poderes paranormales que interactúan y funcionan como partes de un único organismo. Y al igual que la novela, la historia de Sense8 trata de un vínculo no solo mental, sino emocional. No tengo mucho mas por decir, tan solo que espero con ansias el regreso de esta serie y confío en que dure al menos las cinco temporadas que sus creadores consideran necesarias.

 

#Culturanerd - Periodismo de corte fantástico

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