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Cromosoma 21: una serie con capacidades diferentes
Esta semana tenemos un interesante policial trasandino que llegó hace poco a Netflix
El 14 de octubre de 2022 la televisión chilena ponía al aire Cromosoma 21 (2022), producción dirigida por Matías Venables, quien también escribió el guion junto a Emilia Noguera, Vladimir Rivera y Pablo Toro, el último de cuyos ocho episodios se emitió el 9 de diciembre del mismo año. La serie llamó la atención de Netflix, que la incorporó a su catálogo el 8 de febrero de 2023.
HERMANOS EN ARMAS
La policía de investigación acude a la escena de un homicidio y encuentra cerca del cadáver, con las ropas ensangrentadas y un arma a su lado a Tomás «Tomy» Ruiz (Sebastián Solorza) un joven con síndrome de Down. Interrogado por la policía, es incapaz de justificar su presencia en el lugar o explicar qué fue lo que ocurrió por lo que corre el riesgo de convertirse (según reza el audio en off de la presentación) en la primera persona Dow en ser procesada por la justicia chilena. Su caso estará en manos de la subcomisaria Mariana Enríquez (Valentina Muhr) y su compañero Bruno Durán (Mario Horton). Mientras que este último está convencido de la culpabilidad de Tomy, la primera hará lo posible por demostrar lo contrario. El desarrollo de la investigación los guiará hacia Guillermo «Bekan» Ruiz (Gastón Salgado) un delincuente de poca monta y hermano del acusado. Pero a medida que avanzan irán descubriendo que están tirando el hilo de una madeja mucho mas grande de lo que podrían pensar.
La serie se mueve por terrenos pantanosos y lo hace muy bien. Aborda la problemática de las personas afectadas por el síndrome de Down y su entono con crudeza, pero sin golpes bajos y desde diversos puntos de vista. Las dificultades en la vida diaria, sus necesidades afectivas y sexuales, la comprensión de sus propias limitaciones y capacidades; como también las diferencias sociales. Esto último está perfectamente claro cuando le recriminan a Bekan el haber incorporado a su hermano en sus actividades delictivas, el personaje con toda razón responde «Me lo tenía que llevar conmigo a trabajar, ¿Qué iba a hacer? ¿Dejarlo con la nana? ¡Yo soy la nana!». Pero aún cuando no contara con el extra que esta temática aporta a la narración, ya estaríamos ante una historia policial sólida, bien desarrollada y llevada muy correctamente hasta su conclusión.
Ayuda mucho el excelente trabajo actoral, destacando sobre todo el de Salgado, que impregna a Bekan de una profunda humanidad. La ternura de su relación con Tomás, las decisiones que se ve obligado a tomar para protegerlo y la sinceridad con la que se ve a sí mismo, no como un héroe ni como un monstruo sino como alguien que hace lo que tiene que hacer… o lo que puede hacer, crean un profundo vínculo con el espectador.
LO BUENO SI BREVE, 21 VECES BUENO
No encuentro nada que criticarle a esta serie. Poniéndome un poco purista, podría decir que el final es un poco apresurado. Aunque la serie no es muy extensa, comprimir la resolución en poco mas de veinte minutos resulta un tanto anticlimático. Sin embargo, esto no le quita méritos a esta miniserie que tiene todo lo necesario y más para convertirse en una de las más interesantes del mes y firme candidata a formar parte de las 12 mejores del año.