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LA CORCHEA Y EL PLATO VOLADOR

FANTACIENCIA

LA CORCHEA Y EL PLATO VOLADOR

LA CORCHEA Y EL PLATO VOLADOR
UN ENSAYO SOBRE MÚSICA Y CIENCIA-FICCIÓN

 

Este ensayo está dedicado a la memoria del Flaco Spinetta,
que surca el cosmos junto al Capitán Beto.

Gracias al programa de radio Todo tiene que ver con todo, que con su idea de mezclar los géneros literarios y musicales me dio el empujón que necesitaba para escribir esto que llevaba ya unos tres años dando vueltas en mi cabeza.

Gracias a Laureano Martínez, por hacerme escuchar To tame a land, canción que desconocía por completo.

Gracias a Juan Noldin cuya  tarea investigativa aportó los trabajos de Arjona, Europe, Luca Turilli Black Sabbath y Hugo Bistolfi.

Gracias a Ana, que me ayudó con la traducción de Rocket Man.

 

 

 

INTRODUCCIÓN

Es el Kwizatz Haderach
n
acido en Caladan
y tomará el Gom Jabbar.

Tiene el poder de prever
o mirar al pasado.
Es el gobernante de las estrellas.

 

Cualquiera que conozca un poco de ciencia-ficción reconocerá en los párrafos anteriores las referencias a Paul Atreides, uno de los personajes principales de la saga de Duna. Sin embargo, no corresponden a ninguna de las numerosas secuelas, precuelas ni paracuelas de la popular novela de Frank Herbert.

muaddibEs mas, ni siquiera forman parte de un libro, como no se trate de algún cancionero. Son estrofas de una canción de Iron Maiden llamada To tame a land.

Y es que los músicos deben encontrar su inspiración en alguna parte y si da la casualidad de que les gusta la fantasía o la ciencia-ficción ¿Por qué no habrían de encontrarla en su género favorito? Así como Rubén Blades compuso Ojos de perro azul sobre el cuento homónimo de García Márquez o Fito Paez se basó en La chica más guapa de la ciudad, de Charles Bukowski para su Polaroid de locura ordinaria, los músicos frikis a veces se inspiran en escritores frikis.

Y también están quienes escriben letras que son en sí mismas pequeñas obras del género. El presente ensayo se divide en dos partes: la primera trata sobre canciones o álbumes inspirados en películas, libros o cuentos de anticipación y la segunda, sobre aquellas composiciones cuyas letras podrían ser un relato de ciencia-ficción. Como dije en la dedicatoria, llevo mucho tiempo pensando en escribirlo y sin decidirme a hacerlo porque creía que no iba a recabar material suficiente… acabó siendo a la inversa: terminé dejando cosas de lado para que no se siguieran sumando páginas.

PRIMERA PARTE: MÚSICA SOBRE CIENCIA-FICCIÓN

En el año 2000, el grupo de heavy metal Iron Maiden editaba el álbum Brave New World (Valiente mundo nuevo), cuyo título es exactamente el mismo de la famosa novela de Aldous Huxley que se conociera en español como Un mundo feliz. La canción que da nombre al álbum es una revisión de esta conocida distopía:

Cisnes moribundo de alas torcidas, la belleza no es necesaria aquí
Perdí mi amor, perdí mi vida, en este jardín de miedo
He visto muchas cosas, en toda una vida de soledad
El amor de madre ya no está, lleva este salvaje de regreso al hogar.

Tierra salvaje hogar del dolor, no tiene sentido alguno
Cierra esta mente,  entorpece este cerebro, un mesías antes de caer
Lo que ves ya no es real, aquellos que lo saben no te lo dirán
Todo está perdido, vende tu alma a este valiente nuevo mundo.

Los metaleros británicos ya tenían experiencia en adaptar musicalmente un libro de ciencia-ficción. En 1983 y como parte de Piece of Mind, habían editado la citada To tame a land (Domar una tierra), en la cual logran reflejar la atmósfera de la novela tanto en la letra como en la música, de claro aire oriental, que nos transporta a las ardientes arenas del desértico Arrakis.  Pero este no fue el primero de los homenajes musicales a Duna. Ya en 1979, el compositor Klaus Schulze había presentado una sinfonía electrónica titulada, justamente, Dune y dedicada a su autor. El año anterior, el mismo compositor había publicado X, álbum en el cual cada tema lleva el nombre de un escritor, incluyendo al propio Herbert.

IsmaelQuizá nadie haya tenido tantos reconocimientos musicales como Phillip K. Dick. El album Foreign World, de Peter Schaefer, grabado en 1990, lleva la siguiente inscripción “This Music is dedecated (sic) to Philip K. Dick and his Foreign Worlds ((Esta música está dedicada a Philip K. Dick y sus mundos extraños. Evidentemente “dedecated” es un error de imprenta por “dedicated”.))”. También la banda de rock alternativo Sonic Youth se inspiró en la vida y obra del escritor de Chicago para su cuarto álbum, lanzado en 1987 y llamado Sister. El título hace referencia a la hermana melliza de Dick, quien murió poco después de nacer, y cuya memoria atormentó al escritor durante toda su vida.

Los españoles de La Monja Enana realizaron una versión del cuento de Dick Los Días de Perky Pat, con su canción del mismo título. La letra está basada en el relato y su coro es posiblemente una de las mejores síntesis no solo de la historia que le da origen, sino de toda la obra del genial autor norteamericano:

Y ya no puedo distinguir lo real de lo irreal.
Me prefiero evadir, son los días de Perky Pat

El tema forma parte de su EP de 2002 Un cadáver que abre un ojo. Otro español, el cantautor Ismael Serrano, que como buen estudiante de física, homenajeara a la teoría cuántica llamando a uno de sus álbumes en vivo Principio de incertidumbre, editó en 2005 Naves ardiendo más allá de Orión. Este título está directamente extraído de uno de los parlamentos más impactantes del cine de ciencia-ficción, el final de la película Blade Runner, cuando el replicante Roy Batty dice:

“Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: Naves ardiendo más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

Hay que recordar que el film de Ridley Scott se basa (muy libremente) en la novela de Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? 

En 1994, Mike Oldfield publica The Songs of Distant Earth (Canciones de una Tierra distante), inspirado en la novela homónima de Arthur C. Clarke. Este álbum, considerado uno de los mejores del compositor inglés, es una rareza en cuanto a edición y estilo: los 17 cortes que lo componen se entrelazan unos con otros formando una pieza única, una moderna sinfonía con toda clase de instrumentos electrónicos y acústicos, gaitas y coros en varios idiomas, incluyendo el swahili.

La edición limitada incluye una pista interactiva que, lamentablemente, solo es compatible con Mac ((Por lo cual este usuario de PC se vio imposibilitado de disfrutar de la misma… al menos hasta que tuvo acceso a Internet)).

TheSongsOfDistantEarthAdemás de basarse en una novela de ciencia-ficción, hay al menos otras dos conexiones de esta obra con el género: El primer corte, In the Beginning (En el comienzo), empieza con un fragmento hablado en el que el astronauta Bill Anders recita parte del Libro del Génesis. Ese fragmento pertenece originalmente a su paseo espacial alrededor de la Luna en la Nochebuena de 1968. Mientras que la voz que aparece en Only Time Will Tell (Solo el tiempo lo dirá), esta sacada de un capítulo de la emblemática serie Lost in Space (Perdidos en el espacio).

canticosEn 1970, el grupo Pearls Before Swine dEn 1970, el grupo Pearls Before Swine da a conocer Rocket Man, inspirada en el cuento de Ray Bradbury El hombre del cohete, que forma parte del libro El hombre ilustrado. Siguiendo el argumento del relato, la letra cuenta en primera persona la historia de un niño cuyo padre muere al caer su nave en el sol, por lo que él y su madre deciden honrar su memoria no volviendo a salir mientras el astro rey esté visiblea a conocer Rocket Man, inspirada en el cuento de Ray Bradbury El hombre del cohete, que forma parte del libro El hombre ilustrado. Siguiendo el argumento del relato, la letra cuenta en primera persona la historia de un niño cuyo padre muere al caer su nave en el sol, por lo que él y su madre deciden honrar su memoria no volviendo a salir mientras el astro rey esté visible:
Mi madre y yo nunca salíamos
a menos que el cielo estuviera nublado o el sol estuviera cubierto

O para evitar el dolor
solo salíamos cuando llovía

La canción cobró mayor popularidad trece años más tarde, cuando Sir Elton John grabó en su álbum Honky Château, el tema Rocket Man (I Think It’s Going to Be a Long, Long Time), compuesto en colaboración con Bernie Taupin. El subtítulo entre paréntesis fue agregado justamente para diferenciarse del tema de Pearls Before Swime, aunque Taupin reconoce haberse “inspirado” en el. Esta vez, la historia se cuenta desde el punto de vista de un piloto que siente la angustia de abandonar a su familia para volar a Marte. Al mismo tiempo, la letra refleja la idea de que la profesión de astronauta está destinada a dejar de ser una misión de héroes para convertirse en un trabajo cotidiano, como el de camionero o chofer de colectivos. Reflexiona el protagonista:

Y toda esa ciencia que no comprendo
es solo mi trabajo cinco días a la semana

En abril de 1976, los canadienses Rush presentaban su cuarto álbum: 2112. El lado A del disco lo ocupaba en su totalidad la suite de igual título, compuesta por siete movimientos. En la cubierta original del vinilo se incluía una nota reconociendo los paralelismos entre dicha obra y la novela Anthem (Himno) de Ayn Rand, una distopía en el orden de 1984 o Nosotros y al igual que estas, una crítica “desde dentro” del totalitarismo stalinista.

Finalizo esta primera parte hablándoles de Hugo Bistolfi, tecladista de la banda argentina Rata Blanca (que ha coqueteado con el Fantasy en letras como La leyenda del hada y el mago). En 2009 Bistolfi publicaba Viaje al cosmos, basado en un cuento de ciencia-ficción escrito por él mismo. El disco cuenta con la participación del ufólogo Fabio Zerpa, además de varios músicos invitados. En 2012, se editó una versión en vivo de esta placa en formato CD y DVD.

SEGUNDA PARTE: MÚSICA DE CIENCIA-FICCIÓN

elcapitanbetochicoPermítaseme el chauvinismo de comenzar esta segunda parte con un músico argentino, recientemente fallecido. Luis Alberto “el flaco” Spinetta compuso El anillo del capitán Beto, tema que forma parte del último disco del grupo Invisible, titulado El jardín de los presentes y grabado en 1976.

Con una lírica melancólica y tanguera narra la historia del Capitán Beto que va surcando la galaxia del Hombre en su nave de fibra, hecha en Haedo ((Barrio de la ciudad de Buenos Aires.)) , con la sola compañía de una foto de Carlos Gardel, un banderín de River Plate y la triste estampita de un santoEl anillo del capitán Beto es una fábula sobre la imposibilidad de volver al hogar, sobre la soledad y sobre ese sentimiento agridulce que los brasileros llaman saudade:

¿Dónde habrá una ciudad en la que alguien silbe un tango?

¿Dónde están, dónde están
los camiones de basura, mi vieja y el café?
Si esto sigue así como así, ni una triste sombra quedará,
ni una triste sombra quedará.

Ahí va el Capitán Beto por el espacio,
regando los malvones de su cabina.
Sin brújula y sin radio,
jamás podrá volver a la Tierra.

Pero Beto no estaba realmente solo en el cosmos musical. Siete años antes, David Bowie había puesto en órbita al Mayor Tom en su Space Oddity. Este single, reconocido como una de las obras cumbre del músico inglés (y principal inspiración del presente ensayo), cuenta la historia de un astronauta que en su primer viaje al espacio tiene una experiencia trascendental y no regresa a la Tierra. La letra tiene puntos en común con la poesía de Spinetta, ambas logran transmitir la sensación de maravilla y fragilidad frente a un cosmos que se percibe como infinito y la tristeza que conlleva el recuerdo del hogar:

Aunque he pasado las cien mil millas
me siento inmóvil
y creo que mi nave espacial sabe hacia dónde ir.
Díganle a mi esposa que la amo, ella lo sabe

Control de Tierra a Mayor Tom
Sus circuitos están muertos, algo está mal
¿Me escucha Mayor Tom?
¿Me escucha Mayor Tom?
¿Me escucha Mayor Tom?
¿Me escucha…?

Aquí estoy flotando alrededor de mi lata de aluminio
muy por encima de la luna
el planeta Tierra es azul/está triste y no hay nada que pueda hacer ((La frase “planet Earth is blue” puede traducirse de ambas maneras)) …

La canción fue utilizada por la BBC en su cobertura del alunizaje.

bowie

En 1980, Bowie compuso una segunda parte llamada Ashes to Ashes (Cenizas a las cenizas) en la cual, tiempo después de su desaparición, el Control de misión recibe el siguiente mensaje del Mayor: “Estoy feliz, espero que ustedes también lo estén. He amado todo lo que necesitaba amar”. En Mayo de 2013 la historia del Mayor Tom llegó realmente al espacio, al convertirse en el primer video musical grabado en órbita cuándo el astronauta canadiense Chris Hadfield publicó en las redes sociales un cover del tema realizado en la Estación Espacial Internacional. La letra fue ligeramente alterada, para describir su despedida como comandante de la misma.

Corrió el rumor de que la canción de Elton John Rocket Man era un homenaje a Space Oddity. Rumor fundamentado por el propio Bowie, que finalizó algunas de sus interpretaciones del tema al grito de ¡Rocket Man! Sin embargo, como quedó claro en la primera parte de este ensayo, esto no es cierto. Quién sí realizó un homenaje a la canción de Bowie fue el alemán Peter Schilling con su Major Tom – Völlig losgelöst (Mayor Tom – completamente desconectado). La canción forma parte de su primer álbum, Fehler im System (Fallo en el sistema), que vio la luz en 1982. Se trata de una revisión de la historia del Mayor Tom, que se editaría también en inglés con el título Major Tom – Coming Home (Mayor Tom – llegando a casa):

A través de la estratosfera
un mensaje final:
“Denle a mi esposa todo mi amor”
Y entonces nada más.

Lejos, debajo de la nave
El mundo está de duelo.
Ellos no se dan cuenta
Que él está vivo.
Nadie comprende,
pero el Mayor Tom ve.
“Ahora la luz comanda
este es mi hogar,
estoy llegando a casa.”

Además de esta canción, Schilling compuso otras muchas con temáticas de ciencia-ficción como el holocausto nuclear o la exploración espacial. Durante los años 90, formó un proyecto musical paralelo a su carrera solista llamado Space Pilots (Pilotos Espaciales), de gran éxito en Japón.

raumporionGrabaron un solo tema, titulado Viaje a Orion. Fue lanzado en vinilo y CD en 1995 y estaba basado en la serie de ciencia ficción de la televisión alemana Raumpatrouille – Die phantastischen Abenteuer des Raumschiffes Orion (Patrulla Espacial – Las fantásticas aventuras de la nave espacial Orión) de 1966, e incluía samples vocales de la misma.

En 2004, el grupo asutraliano Tea Party ((Que, como se han cansado de aclarar, no tiene nada que ver con el partido derechista norteamericano de igual nombre)) sacaba su séptimo disco, Seven Circles (Siete Círculos) que incluye el críptico tema Empty Glass (Vaso Vacío) dedicado al Mayor Tom:

¿A dónde pertenecemos?
Puedes ayudarnos Mayor Tom
Porque nada tiene sentido
escucho y me lamento

Un hombre estelar vendrá
cuando los perros de diamante corran
Necesitamos al Control de Tierra
Estamos perdiendo nuestras almas

Un año antes, el grupo de música electrónica K.I.A ya había dado otra vuelta de tuerca a la historia del Mayor Tom, contándola esta vez desde la perspectiva de la esposa abandonada en tierra. La canción, incluida en Adieu Shinjuku Zulu, previsiblemente se titula Mrs. Major Tom (Señora Mayor Tom):

Subiste, brillante Tom
Pensaba que mi amor te impulsaba como un cohete
Cuando no regresaste, y no regresaste
mi corazón de nova colapsó
en un agujero negro, agujero negro.

[…]

He mirado al cielo, durante todo este tiempo,
y ahora tus ojos de asteroide
me dicen que nunca fuiste mío.
Nunca mío, nunca mío,
Nunca, nunca mío…

Y hablando de música electrónica, no podían faltar en este ensayo los abuelos de dicho género musical: los alemanes de Kraftwerk (Central eléctrica), que desde nada mas y nada menos que 1968 vienen haciendo música relacionada con computadoras, autómatas y tecnología de avanzada. De sus numerosas aunque sencillas letras, tomo como ejemplo We are the robots (Somos los robots) de 1978, cuya introducción dice:

Ja tvoi sluga, (Soy tu esclavo)
ja tvoi Robotnik (Soy tu trabajador)

Nadie es mi dueño
Nadie me vende

Estamos cargando nuestras baterías
Y ahora estamos llenos de energía
Somos los robots
Somos los robots

Los dos primeros versos están en ruso y hacen uso de la palabra “robotnik”, la misma empleada por el dramaturgo checo Karel ?apek para referirse a los autómatas en su obra R.U.R., de 1921 y de la cual surge el término moderno Robot.

Allá por 1966, el grupo The Birds nos contaba un encuentro cercano del segundo tipo en su canción Mr Spaceman (Señor espacionauta), aparecida en el álbum Fifth Dimension (Quinta Dimensión). Originalmente, el tema estaba pensado por su autor Jim McGuinn como un “guión melodrámatico” pero acabó girando hacia el lado fantástico:

Me desperté esta mañana con una luz en los ojos
y entonces me di cuenta que afuera aún era de noche
Había una luz bajando del cielo
no sé quién o por qué.

Deben ser los extraños que vienen cada noche
Esas luces en forma de plato ponen nerviosa a la gente
Dejan huellas verdeazuladas que brillan en la oscuridad
espero que lleguen bien a casa.

Y en 1971, Black Sabbath incluía no una sino dos letras de ciencia-ficción en su disco Paranoid. El primero, Planet Caravan (Planeta Caravana) tiene una letra lo suficientemente psicodélica como para prestarse a interpretaciones mas cercanas a lo alucinógeno:

Navegamos por cielos infinitos.
Las estrellas brillan como ojos.
La noche oscura suspira.
La luna en sueños de plata
cae en haces de luz.
La luz de la noche.

El segundo, se llama Iron man (Hombre de acero) aunque no guarda ninguna relación con el comic de la Marvel, lo que no impidió que la utilizaran como parte de la banda de sonido de la película en el 2008.

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La canción cuenta la historia de una criatura de acero que viaja por el tiempo planeando su venganza contra una Humanidad que lo desprecia.

Se volvió de acero
en el gran campo magnético
cuando viajó en el tiempo
por el  futuro de la Humanidad

Nadie lo quiere
solo clava los ojos en el mundo
planeando su venganza
que pronto se cumplirá.

Un año después, los británicos Deep Purple contaban la historia de una banda que rockeaba a través del sistema solar en Space Trukin’ (Transporte Espacial) del álbum Machine Head:

Hemos tenido mucha suerte en Venus
Siempre la pasamos bien en Marte
Conociendo a toda la gente groovey
Hemos rockeado la Vía Láctea hasta ahora

No puedo (aunque hubiera querido) dejar de mencionar el éxito ochentoso The final countdown (La última cuenta regresiva) de los suecos Europe. La letra, que según declaraciones del autor está inspirada, para variar, en Space Odditie cuenta la historia de unos astronautas que se dirigen a Venus y no saben a ciencia cierta si regresarán. En 1990, la banda hardcore Megadeth editaba Rust in peace, que incluye el tema Hangar 18. La letra hace eco de las teorías conspirativas sobre el supuesto aterrizaje extraterrestre en Roswell. Según la leyenda, las naves alienígenas habrían sido trasladadas al Hangar 18, situado en Wright-Patterson AFB en Ohio:

Inventario de formas de vida extraterrestre
suspendidas en estado de criogenia
La historia es amnesia selectiva
se creía previsto, pero quién sospecharía
Inteligencia militar
dos palabras que combinadas no tienen sentido
Probablemente he visto demasiado
Hangar 18, sé demasiado.

En 2001 y como parte del álbum The World needs a hero (El mundo necesita un héroe), Megadeth realizó una segunda parte de la canción, titulada Return to hangar en la que se explica que el sistema falló, y nadie sobrevivió para contar lo que sucedió realmente en el Hangar 18.

El dúo francés de música electrónica Daf Punk, produjo en 2003 un largometraje a partir de su álbum Discovery, en un proceso inverso a lo analizado en la primera parte de este ensayo: no se trata de un álbum basado en un libro o película, sino de una película basada en un álbum.

interstella5555
Cada canción se animó como un episodio de la historia del secuestro y rescate de una banda de pop interestelar. El film, titulado Interstella 5555 – The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem, carece de diálogos y apenas si tiene los mínimos efectos sonoros. Dura poco más de una hora y pueden verlo en Youtube. Como curiosidad, Daf Punk volvería a acercarse a la ciencia-ficción en 2010, al componer la banda de sonido de la película Tron Legay, en la cual también realizan un cameo, ataviados con sus característicos cascos de robots.

Más cercano en el tiempo se encuentra Love in the year 3.000 (El amor en el año 3.000), séptimo tema del álbum Funplex editado por los B52’s en 2008. La letra habla de hacer el amor en gravedad cero, envueltos en tentáculos y el coro nombra los posibles autómatas sexuales: Robots, bootybots, erotobots. El mismo año, el grupo de rock indie The Killers grababa Spaceman (Astronauta) que cuenta como el protagonista es abducido por extraterrestres. La canción forma parte del álbum Day and Age y según algunas interpretaciones, se trataría de una metáfora sobre ser rescatado de un intento de suicidio:

Todo comenzó con una tenue luz.
Lo siguiente que supe, fue que me sacaron de mi cama,
y analizaron mi grupo sanguíneo.
Me dejó una extraña impresión en la cabeza.

Sabes que tenía esperanzas
de dejar atrás este desventurado mundo.
Pero cuando me abrieron,
supongo que cambié de idea.

Antes mencionaba a La monja enana y su homenaje a Dick con Los Días de Perky Pat. El resto de las canciones del álbum Un cadáver que abre un ojo siguen la misma temática de género. Tenemos por ejemplo Amor Cuántico:

Cuanto más te observo, más pareces cambiar.
Y si no te miro, no sabré dónde estás.
Demasiada incertidumbre en nuestra relación,
Hago conjeturas sobre tu situación.

Y también, Me enamoré de un robot:

Podría asumir que aún vivieras con tus padres,
que fueras un psicópata o un obseso por Blade runner…
pero esto creo que no, esto es mucho peor.

Me enamoré de un robot, ya entiendo sus rarezas.
Me enamoré de un robot, ahora encajan las piezas.
Me enamoré de un robot, me quedaré soltera.
Me enamoré de un robot, yo nunca tuve suerte en el amor. 

Las otras dos pistas son: Números, que trata sobre alguien cuyo trabajo consiste en leer interminables ristras de guarismos que le son dictados desde una embajada. En cierta manera es una canción ucrónica (al menos en un momento dice La guerra fría jamás se terminó). Y por último, Estoy solo, cuyo protagonista cree ser el último humano vivo.

Siguiendo con La monja enana, su primera producción titulada Pídeme un deseo, data de 1999 y al menos tres de sus seis canciones están relacionadas con el género: Estrella Fugaz, que recuerda al cuento de Ray Bradbury Caleidoscopio sobre un astronauta en caída libre que acaba ardiendo al ingresar en la atmósfera. Como Lovecraft, en la que el protagonista declara su deseo de invocar monstruos, irse a dormir a un mausoleo con un vampiro espacial y hacer toda otra serie de cosas para ser, tal como lo anuncia el título, como Lovecraft. Y por último Bajo tierra, que trata sobre alguien que, olvidado en un refugio subterráneo con un robot inutilizado por toda compañía, no sabe si la guerra de la que se esconde ha terminado o no.

También de la Madre Patria proviene El Aviador Dro y sus obreros especializados, banda con fuertes influencias de Devo y Krafwerk, que desde 1979 viene haciendo música con numerosas referencias de corte fantástico.

Aviador Dro - La Chica De Plexiglás

Cuenta la leyenda que fueron ellos los primeros en acuñar el término tecno-pop, aunque su lírica tiende al punk, tanto por su contenido político como por su visión del futuro (o de la falta del mismo). Han tenido ocho formaciones distintas, cuyos integrantes adquieren nombres que parecen sacados de novelas del género. La actual data de 2011 y la conforman: Biovac N, Arcoiris, ATAT, Nexus, Genocider F15 y CTA 102. Algunos de sus temas son Cita en el asteroide, Baila con tu robot, Néstor el Cyborg, Antimateria, Nuclear siempre y Fuga de Titán. Una de sus primeros cortes lleva por título No tengo boca (y he de gritar), tal como el maravilloso y aterrador cuento de Harlan Ellison, aunque no guarda ninguna relación con el mismo (al menos ninguna que yo haya podido descubrir escuchándolo). Con diez álbumes en su haber, probablemente sean el grupo con más letras de ciencia-ficción en castellano, lo que dificulta elegir una. Como ejemplo transcribo algunas estrofas de Baila la guerra:

La alarma ha sonado
y todos corren a sus puestos
El Emperador solar
sólo quiere vernos muertos
todos a las armas
para defender las vidas
todos los rebeldes
contra la hegemonía

Lucha en la selva americana
Lucha en la órbita de Plutón
lásers en las arenas de Marte
únete a nuestra sublevación

Y ya que estamos recorriendo Europa, es buen momento para mencionar al italiano Luca Turilli, que incursiona en el space ópera con épicas letras como Rider Of The Astral Fire (Jinete del Fuego Astral):

Allá entre los ocho soles
justo antes del sistema Hazor
brilla el planeta silencioso
Alkor Zephyr es su nombre
Superficie compuesta de magma,
grandes océanos y volcanes.

[…]

Del polvo
de un tiempo ahora olvidado
vendrá el destructor de mundos
tal como la legenda de los ancianos
reveló con sus palabras

O War of the universe (Guerra del Universo):

Guerra del universo
de energías cósmicas
de fantasmas cabalgando
la génesis de todo
Hijos del universo
luchando por siempre
a través de cada era

Pasando a terrenos mucho menos serios, hasta Ricardo Arjona ha probado suerte con la ciencia-ficción en su Del otro lado del sol. La letra habla sobre un extraterrestre venido de más de cien años luz de distancia (lo que me lleva a preguntarme porque diablos la canción se llama Del otro lado del sol, pero bueno… es Arjona, no se puede pedir que sea coherente) que se decepciona ante la crueldad humana. Con su particular sentido de la poesía, el guatemalteco hace que su alien reflexione:

Del otro lado del sol hay un mundo en decadencia
No es casualidad que Tierra rime con guerra

Del otro lado del sol hay un mundo en decadencia
No es casualidad que humano rime con tirano

Está a la altura de las metáforas profundas como “Tu caviar y yo tortilla” a las que este cantautor nos tiene acostumbrados ((Si, si, no me gusta Arjona. Lo siento. Bueno, en realidad, no)) . Y me  recuerda dos viejas canciones que me atormentaban desde la radio en los tempranos años de mi adolescencia.

vamosalaplaya

La primera, de la cual existen varias versiones, se llama Vamos a la playa e intenta ser una suerte de advertencia sobre los peligros de una guerra nuclear:

Vamos a la playa
La bomba estalló
Las radiaciones tuestan
Y matizan de azul

Vamos a la playa
Todos con sombrero
El viento radiactivo
Despeina los cabellos

Esa es poco más o menos toda la letra. Su inspirado autor parece ser alguien o algo llamado Righeira. A la hora de investigar para este ensayo no se me ocurrió ninguna razón válida para averiguar mas al respecto. No menos sentidos son los versos del segundo hit en cuestión. Se titulaba Radio Venus llamando:

Aquí Radio Venus llamando
Aquí Radio Venus llamando
¿Es que nadie está escuchando?
Aquí Radio Venus llamando
El sistema está en peligro
bajo un ataque enemigo

Ese era el coro y también la transmisión que el protagonista de la canción escuchaba al intentar sintonizar la radio de su pickup. Y aunque su novia le increpaba ¡Vamosnós!, ¡Vamosnós! (sic) él se negaba a dejar de oír el mensaje de quién decía ser el último venusiano. Los perpetradores de esta afrenta a dos géneros (la música y la ciencia-ficción) se autodenominaban Los helicópteros y el autor de la letra es un tal Uki Goñi, aunque probablemente sea un pseudónimo. Al menos yo, si hubiera escrito algo así, me escudaría tras un nombre falso para que mi familia no sufriera el escarnio.

Bien, resulta que no todo es lo que parece: un mínimo de googleo me demostró que Uki Goñi no solo es su nombre real, sino que se trata de un respetado reportero investigador norteamericano nacionalizado argentino, autor entre otras cosas de The Real Odessa y El inflitrado, libros que cuentan la historia de la huida de los nazis a Argentina tras la Segunda Guerra y la participación del infame Alfredo Astiz en el secuestro y muerte de las primeras Madres de Plaza de Mayo, respectivamente. Es una suerte que haya encontrado una carrera para la que realmente tiene talento.

Seguramente pensaron que ya me había olvidado, pero no… dejé lo mejor para el final.

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Y es que si hablamos de música y de ciencia-ficción, ¿cómo no mencionar al hombre que reúne ambos géneros en un único y amplio cuerpo? Por supuesto me refiero a William Shatner. Nada más y nada menos que el capitán James Tiberius Kirk, quién comenzara su contacto con la música en 1968, con el álbum The transformed man (El hombre transformado). En el disco, Shatner recitaba con su particular estilo (la palabra “sobreactuado” lucha por abrirse paso hasta mi teclado) algunas piezas clásicas de la literatura con música pop de fondo. Le fue tan bien con eso, que no sacó otro disco hasta 2004, año en el que salió al mercado Has Been (Debe ser), esta vez cantando algunos temas propios. Pero es su tercer álbum el que nos interesa. Se llama Seeking Major Tom (Buscando al Mayor Tom) (( Las referencias a este emblemático personaje tienden a infinito)) , data de 2011 y está compuesto casi enteramente por covers (solo tiene un tema propio) de canciones que, casualmente aparecen en este ensayo.

CONCLUSIÓN

Esta no tan breve pero forzosamente incompleta compilación de obras musicales relacionadas con la ciencia-ficción pretende demostrar que se puede trascender los formatos tradicionales: cine, televisión, libros, comics, etc. La música es un vehículo quizá poco usual pero igualmente efectivo para expandir las fronteras de nuestro amado género. Parte de la idea era hablar de aquellos libros o películas en los cuales la música forma parte de la trama, pero quedará para un futuro ensayo.

 

#Culturanerd - Periodismo de corte fantástico

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