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Aguja en una pila de tiempo: el amor considerado como una hélice de piedras semipreciosas

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Aguja en una pila de tiempo: el amor considerado como una hélice de piedras semipreciosas

Una peli que usa los recursos de la ciencia ficción para contar un triángulo amoroso… de cuatro dimensiones.

Lo primero que me llamó la atención de esta película al encontrarla en el catálogo de Amazon Prime es que está basada en un relato de Robert Silverberg, uno de los pocos escritores de ciencia ficción de la vieja escuela que aún están dando vueltas por este mundo loco. Eso y algunos nombres conocidos en el elenco, me bastaron para darle una oportunidad.

 

SERÁ LO QUE DEBA SER…

La trama nos sitúa en un futuro cercano en el que se ha descubierto la forma de viajar en el tiempo, lo que permite ir de turista al pasado a cualquiera que pueda permitirse pagar los altísimos costos de una incursión. Con la condición, por supuesto, de que realice ninguna clase de cambio. Sin embargo como en realidad nadie vigila que esta cláusula se cumpla, las alteraciones de la realidad son cosa de todos los días. Las personas se han acostumbrado tanto a este estado de cosas que cuando notan un cambio en la línea temporal (visualmente representado como una especie de oleada que «sacude» la realidad) inmediatamente contactan a sus familias para ver si han sido afectadas de alguna forma. Precaución obvia pero más bien vana, ya que cualquier modificación que puedan detectar pronto se «asienta» en sus conciencias, por lo que se vuelve parte de la historia. Por ejemplo, puede descubras que ya no tienes como mascota a un loro, sino a un pez dorado. Lo notarás el en los primeros minutos, pero no pasará mucho antes de que creas que siempre tuviste a ese pez en tu vida y jamás compraste un ave… aunque puede ser que te quede la sensación de que en verdad te gustan más los pájaros.

El argumento no explica en ningún momento por qué se permite que la gente juegue de esta manera con la realidad, pero a mí se me ocurren por lo menos dos razones: una económica y otra, lógica. Por un lado, la industria es lo suficientemente rentable y poderosa como para evitar que cualquier organismo gubernamental meta las narices donde no lo llaman, de manera similar a como la industria armamentística influye en las regulaciones sobre armas de fuego en Estados Unidos. Por otro lado, la naturaleza misma del fenómeno hace difícil su localización: los cambios se vuelven parte de la realidad con tal rapidez que es difícil probar que han sucedido.

De todos modos, lo que hay que tener en cuenta sobre esta película, es que no es una cinta sobre viajes en el tiempo «dura» como podría ser Primer (2004), sino una historia sobre personas. Sobre predestinación, amor, amistad y circunstancias. Admito que si hilamos fino (y no tan fino) en su trama entonces se desmorona rápidamente. Pero si aceptamos la premisa sin discusión y nos centramos en sus protagonistas y lo que les pasa, entonces hay una historia interesante y bien planteada.

 

…O SINO, SERÁ OTRA COSA

Nick Mikkelsen (Leslie Odom Jr.) y Janine Mikkelsen (Cynthia Erivo) son un matrimonio feliz, aunque él cargue un poco con la culpa de habérsela «robado» a su ex esposo, Tommy Hambleton (Orlando Bloom) quien fuera uno de sus mejores amigos cuando ambos eran jóvenes. Quizás esa culpa le genere cierta paranoia que lo lleva a sospechar que Tommy está usando sus amplios recursos económicos para realizar excursiones al pasado, en un intento de cambiar las cosas de manera que Janine no lo abandone. O quizás eso sea precisamente lo que está sucediendo.

Remando a contracorriente (o a contratiempo), Nick tendrá que probar si sus sospechas son ciertas y eso nos permitirá ser testigos de una historia que transita múltiples caminos. Desde el césped que se ve siempre más verde al otro lado del alambrado hasta las diferentes hasta las diversas interpretaciones que puede tener un mismo hecho según quién sea el que lo cuente.

Aguja en un una pila de tiempo (Needle in a timestack), cuyo título juega con el dicho «hallar una aguja en un pajar (needle in a haystack)» ha sido bastante maltratada por la crítica, que en gran medida se centra en los recursos de ciencia ficción que utiliza y no en cómo los utiliza. Como apasionado de la ciencia ficción, me gusta cuando alguien utiliza las herramientas del género para construir algo distinto y me parece que esta es una de esas ocasiones. Pero como suelo decir: no me crean. Vean la película.

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