Cuando la comedia no basta: Review de Iron Man 3

Iron Man 3. Dirección: Shane Black. Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Guy Pearce, Don Cheadle, James Badge Dale, Ben Kingsley, Rebecca Hall, Jon Favreau. Duración: 130 minutos.

Diez minutos antes de comenzar estas líneas me propuse intentar ser racional, incluso gentil con esta primera cinta encargada de inaugurar la fase 2 de las adaptaciones cinematográficas de Marvel. Lo hice temiendo ser, de alguna manera, injusto con un producto que a diferencia de sus antecesores intenta, por lo menos, proponer algo.

Lamentablemente no consigue hacerlo, quizás porque detrás de ese intento no hay otra cosa que un personaje vacío y explotado hasta el hartazgo (cuatro films en misma cantidad de años) y una estructura demasiado acorde al público al que apunto siempre el estudio del ratón: el familiar.

Iron Man 3 lucha contra ello (y allí reside su mayor merito) y en repetidas oportunidades intenta ser lo que nunca consigue: un film un poco más complejo y adulto.

No solo presenta a un Tony Stark (Robert Downey Jr.) vulnerable, falto de confianza y a merced de reiterados ataques de pánico (que por supuesto tienen mejor reputación que el alcoholismo propio del personaje) sino que incursiona en conceptos tales como el terrorismo, los atentados e incluso los medios de comunicación.

Sin embargo nunca toma una fuerte posición y allí de nuevo aparecen, al igual que en la segunda parte, una seguidilla inmensa de chistes y situaciones en las que, obviamente, Robert Downey Jr siempre sale bien parado pero que no bastan.

El Mandarín (Ben Kingsley) es en líneas muy generales el enemigo de turno pretendiendo alterar el orden mundial con una especie de  nuevo tipo de soldado, el EXTREMIS. Y aquí me detengo, porque me cuesta entender como después de tres film nadie ha podido plasmar un enemigo a la altura de las circunstancias. La adaptación que hacen del Mandarín, uno de los villanos más significativos del cómic, es cuanto menos controversial.

El director detrás de la cinta en esta oportunidad es Shane Black quien debutó tras las cámaras con Kiss Kiss, Bang Bang (2005) una de detectives también con Robert Downey Jr que encierra demasiadas similitudes con Iron Man (las dos comienzan con un relato en off por ejemplo). Black transmite cierto aire ochentoso al presentar escenas propias de un buddy films de los de antes, como Arma Mortal (de la que fue guionista). Quien haya visto el film no puede negarme que la secuencia final en  el muelle entre Tony y Rhodey (Don Cheadle) recuerda sin duda a los personajes de Mel Gibson y Danny Glover.

No sorprendo a nadie si digo que el personaje a Downey Jr. le sienta a la perfección, pero sin embargo es en esta película donde menos se nota que lo suyo es en piloto automático. Más allá de los traumas que mencionábamos, Stark pasa más tiempo sin el traje que con él y  ello infringe una mayor responsabilidad al actor.

Iron Man 3 no deja de ser una propuesta entretenida en la que la química entre los actores, las escenas de acción y los efectos especiales representan el punto más álgido del film.  Lamentablemente, también es sólo eso. Su guión, plagado de baches y desconciertos, nunca adquiere consistencia y termina, más allá de la madurez que persigue en algunos tramos, siendo inocente y pasajero.  Una verdadera lástima puesto que la cinta así como la franquicia hace tiempo merece un poco más que comedia.