Cómics
Superman y Batman: Generaciones I. Un escape de la continuidad.
John Byrne consiguió explotar con habilidad el terreno de los Elseworlds utilizando tanto personajes de Marvel como de DC. En 1999, el autor llevó al máximo esto al centrarse en Superman y Batman.
Para fines de la década de 1990, el guionista y dibujante John Byrne estaba lejos del esplendor que había logrado tan sólo 10 años antes. Más allá de esto, el británico había logrado meterse con gran habilidad en el terreno de los Elseworlds (historias ambientadas en una continuidad distinta a la del canon oficial de los personajes), utilizando tanto personajes de Marvel como de DC. A partir de dichos logros, en 1999, el autor decidió llevar al máximo este experimento, centrándose en los personajes que habían generado todo ese mundo mainstream superheroico estadounidense: Superman y Batman. El título oficial, es decir Superman y Batman: Generaciones- Una historia imaginaria, no sólo se convirtió en un éxito, sino que generó dos secuelas que fueron agregando elementos y personajes del vasto Universo DC. Las preguntas que surgen es si la cosa fue para tanto, o si es sólo un trabajo más del autor que fue inflado demasiado en el largo plazo. Esta primera parte de la nota se ocupa del primer volumen de la historia, mientras que las secuelas llegarán en una futura segunda parte.
¿Continuidad? ¿Qué es eso?
Según los propios involucrados en las tres partes, la idea de la obra era que Byrne, sencillamente, quería escapar de la densa continuidad de DC y sus personajes. Para ello, propone una línea histórica con sucesos que arrancan desde el año 1939, es decir, al final de la década que vio nacer a ambos personajes del título.
En la primera parte de la obra, compuesta de cuatro números, cada uno con dos historias separadas diez años una de la otra, el autor nos plantea el envejecimiento en tiempo real de los personajes, es decir, basta de estancar a Superman y a Batman en sus treinta y pico de años, cosa que ocurría en la continuidad oficial, sino hacerlos avanzar como cualquiera de nosotros, no sólo en cuánto a edad se refiere, también en metas y deseos, como por ejemplo el de querer formar una familia.
Con dicho concepto central, es obvio que los linajes de los Wayne y de los Kent (apellidos de los alter egos de dichos superhéroes principales), estarán relacionados entre sí, pero también sus enemigos, principalmente Lex Luthor, también tendrán mucha incidencia en cuánto a descendencia refiere.
Las historias no sólo nos muestran la fidelidad de los trajes, accesorios, villanos y tecnología referente a cada década señalada, sino que reproducen fielmente la contextualización de las mismas, haciendo, además, referencia a los distintos sucesos del mundo real, y que van teniendo la misma incidencia que la lucha contra el crimen en nuestros protagonistas. Modas, arquitectura y arte son bien registrados por un notable conocedor de los registros temporales como lo es el propio Byrne.
Otra genialidad que el británico toma, y de paso homenajea de historias de la década del 50 y 60, es la idea del legado del héroe. En una continuidad dónde Clark Kent y Bruce Wayne envejecen, el problema de la identidad secreta será un punto a resolver a lo largo del tiempo. Así, mientras Superman se encarga de hacer “envejecer” a Clark, Batman se transforma en un legado pasado de generación a generación entre los herederos del clan Wayne.
Si hay un problema con esta obra, ese es el aspecto gráfico. Es obvio que Byrne intenta darnos su estilo, de retratar a los personajes como sólo él podría hacerlo, con figuras y fondos exquisitos, que van cambiando a lo largo de las historias. Pero, esto no disfraza el hecho de que el arte no es atractivo a los ojos, y pueda parecer bastante simplista algunas veces.
Conclusiones
Esta obra es un homenaje a Superman, Batman, y el abanico de personajes que pueblan las historias de cada uno. En cada historia, Byrne deja ver su admiración y respeto por nombres e historias que ya forman parte de la cultura pop universal.
Ya dejando en claro que esta primera parte merece ser leída, la pregunta que nos queda pendiente es ¿Qué pasa con las secuelas? Bueno, eso es otra historia.