Series
Daredevil Born Again
Impresiones varias sobre el retorno del héroe marveliano al streaming televisivo
Pensé que se trataba de cieguitos
Este mes terminó la primera temporada de Daredevil Born Again, serie de Marvel Television emitida por Disney+ que recuperó aquel recordado programa desarrollado por Netflix entre 2015-2018. La exitosa co-produción entre Marvel y ABC Studios constituyó la punta de lanza para el desembarco de los justicieros urbanos de la casa de las ideas en la pequeña pantalla, puesto que tras este envío llegaron (con más aciertos que errores, salvo alguna excepción) Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist y The Punisher, para terminar los cruces bien en alto con la única temporada de The Defenders, que en aquel momento dejó sabor a poco, huelga decir también. El tiempo pasó, el acuerdo de licencias entre empresas también, y más tarde que temprano, Kevin Feige y los suyos terminaron aceptando que aquel exitoso producto no solo podía, sino que debía ser traído de vuelta al streaming.
En el mientras tanto, una legión de fans norteamericanos y del resto del mundo que organizaron diversas campañas en redes sociales para reflotar el programa, y la férrea voluntad de las figuras principales, los actores Charlie Cox y Vincent D’ Onofrio, que aprovecharon cada oportunidad brindada frente a una cámara o micrófono en los últimos años, para expresar que podían contar con ellos repitiendo sus papeles si el intento de retorno prosperaba. Así fue que volvimos a verlos, al demonio de Hell’s Kitchen y su alter-ego en la única temporada de la fallida serie de She-Hulk, hace tres años, instancia que es mejor obviar. Para luego disfrutar de ambos (un modo de decir) en 2024, en la serie de Echo, una adaptación algo más lograda, si se quiere, aunque sus roles no se ajusten del todo a lo esperado.
El trabajo del Diablo nunca termina
Creada por Matt Corman y Chris Ord, con Dario Scardapane como showrunner, tras haber sido encargada a otro equipo de realización que incluso llegó a filmar un gran porcentaje de episodios (no pregunten), el show incluyó un sugestivo subtítulo: Born Again, por si algo faltaba para concitar la atención del fandom comiquero. Aunque no tenga nada que ver con la célebre saga de Frank Miller. De hecho, la selección de material adaptado involucró etapas impresas más recientes del vigilante. Tomaron varios personajes y conceptos del run de Charles Soulé-Ron Garney, sí, pero también otros tantos propios del período posterior, obra de Chip Zdarsky-Marco Checchetto. Estos aportes fueron incorporados con buen tino al nuevo status quo. Si antes fue Jeph Loeb el consultor general, ahora es Brian Michael Bendis quien ocupa el cargo.
Con todos los contratiempos del caso, lo cierto es que estos nueve episodios bien podrían verse como la cuarta temporada del antiguo programa. Es decir, la cosa funciona. Bastante bien, de hecho. El principal acierto es el tono dramático, al que ayuda un casting sin fisuras, tanto en roles protagónicos como secundarios. Además de los libros, que balancean aquellos aspectos de trasfondo legal y/o político (Murdock y el bufete de abogados, Fisk y la alcaldía), con el desarrollo de la acción propiamente dicha. No habrá aquí el tratamiento visual pretérito, con aquellas secuencias memorables, pero tampoco se puede objetar que decepcione en modo alguno.
Los picos de esta temporada pueden apreciarse en el capítulo inicial (si no es el mejor piloto desarrollado por Marvel para TV, pega en el palo), el tercero, con el juicio a White Tiger, el quinto, que narra el intento de robo al banco (con Matt entre los rehenes) y el noveno, climax donde la violencia dice presente, mostrando a Daredevil y el Punisher interpretado por Jon Bernthal (¿actor definitivo en el rol?) completamente desatados. Lo peor, son esos inserts propios de un noticiero televisivo con ciudadanos de a pie opinando sobre el devenir de los acontecimientos en la Gran Manzana. Innecesarios y anticlimáticos a más no poder.
Las costuras por momentos se notan demasiado, pero el peso específico de la trama junto al denodado trabajo de sus intérpretes, logran llevar la ficción a buen puerto (a propósito del último cliffhanger). Veremos cómo sigue. Por lo pronto, la sensación es de alegría plena. Ver para creer.
