Cómics
“Leyendas de Sirenas” de Rumiko Takahashi. La soledad de la inmortalidad
Manuel García Muro reseña uno de los primeros trabajos de Rumiko Takahashi recientemente publicado por la editorial Ivrea.
Rumiko Takahashi es, sin dudas, una de las mangakas más famosas del mundo. Sus historias, llenas de acción, comedia y romance, han sido publicadas ininterrumpidamente por más de cuarenta años, y varias veces cruzaron hacia el otro campo de reconocimiento del público: la animación.
En el caso de Argentina, la llegada de “Ranma ½” en formato doble, ya que, anime y manga llegaron casi al mismo tiempo, brindo la posibilidad a Takahashi de compartir el lugar privilegiado, que solamente Akira Toriyama (autor de Dragon Ball) y Naoko Takeuchi (autora de Sailor Moon), habían logrado conquistar. Sin embargo, las idas y venidas de nuestro país, así como también las de las empresas de distribución del exterior, hicieron que Ranma fuera un manga totalmente accidentado, cortando las posibilidades de ampliar el catalogo de la autora, que ya en ese momento era lo bastante atractivo para incursionar.
Recientemente, quizás con un panorama más alentador, la editorial Ivrea (casi monopólica en la publicación de mangas en nuestro país) ha decidido comenzar a publicar más material de Rumiko, tomando la antorcha que otras editoriales más pequeñas, como Larp Ediciones, habían comenzado a llevar, siendo “Leyendas de Sirenas”, o “Mermaid Saga”, la segunda obra (detrás de Inuyasha) que se han animado a editar, y de la cuál vamos a hablar en esta nota.
Mermaid Saga es uno de los primeros trabajos de Rumiko Takahashi, dónde se mete con las famosas criaturas marinas mitológicas, las sirenas, en nueve historias que, a pesar de ser autoconclusivas, siguen algunos ejes temáticos.
La premisa argumental radica en una creencia ancestral, que indica que la persona que coma carne de sirena obtendrá la inmortalidad. A pesar de lo generalizada de la leyenda, son solo unos pocos afortunados los que logran ver cumplida su promesa de vida eterna, y además, consiguiendo una especie de factor curativo, que les permite recuperarse rápidamente de cualquier herida. Los demás, pueden morir en el acto, o verse transformados en monstruos aterradores, violentos e irracionales.
Con dicha premisa, es obvio que los temas a tratar en las historias van desde el sentido de la existencia humana, hasta la propia noción de humanidad. Los personajes que nos muestra Takahashi ansían obtener la carne para curar enfermedades, o salvar a sus seres queridos de la muerte, pero no pensando en las posibles consecuencias que genera vivir para siempre, y es ahí donde está la genialidad del nexo entre las historias: el protagonista Yuta.
A pesar de aparentar escasos veintipico de años, Yuta es un pescador que lleva más de quinientos años viajando por todo Japón, en busca de encontrar algún remedio para su inmortalidad. Es en él dónde vemos la desgracia más grande de la inmortalidad: la soledad, ya que, sus seres queridos han envejecido y muerto ante sus ojos, imposibilitando llevar una vida normal y en familia. Su tristeza parece suavizarse tras su encuentro con Mana, una joven, también inmortal, que se une a su viaje, desarrollando una cierta tensión amorosa, que nunca vemos exteriorizada plenamente.
En su camino, nuestros protagonistas se encontrarán con personas, cuyas vidas han sido influenciadas por la temática de la inmortalidad y las sirenas. Cada una de estas historias abordarán un misterio bien definido, al cual Yuta y Mana deberán enfrentarse, resolviéndolos con ayuda de aliados, y no sin tener que enfrentarse físicamente a ciertos oponentes. Dicha combinación de suspenso y acción hace que Rumiko se valga de técnicas narrativas, tales como persecuciones, traiciones, etc. Así como también una violencia gráfica efectiva que, sin embargo, no busca incomodar al lector/ra.
A diferencia de las obras recurrentes de la autora, dónde abunda el humor, acá Rumiko apunta a la reflexión sobre cuestiones como la identidad, la empatía, la responsabilidad y la ambición.
En cuanto al apartado gráfico, si bien el estilo de Takahashi es inconfundible, la narrativa gráfica es ágil y dinámica, jugando con el tamaño y cantidad de viñetas, para regalarnos momentos impactantes. Además, a pesar de su simpleza, el diseño y expresividad de personajes, permite reconocer los sentimientos y estados de ánimo de los mismos.
En fin, Leyendas de Sirenas es una obra breve e interesante del inmenso catálogo de Rumiko Takahashi. Puede funcionar como introducción a la autora, ya que, al no ser una historia larga de decenas de tomos, permite que cualquier lector/ra de manga, o alguien que se acerca al mismo por primera vez, no huya espantado del tener que comprar tres años seguidos para ver el final de la historia. Ojalá esta sea solo la punta del iceberg, e Ivrea se anime a más obras cortas de la autora, pero eso ya lo veremos con el correr del tiempo.
