Wonder Woman de Eric Luke: Un intermedio que paso desapercibido

Tras dos números a cargo de Christopher Priest, dónde se busca olvidar rápidamente lo realizado por Byrne en la etapa anterior, el número 139 del volumen 2 de Wonder Woman nos traía un nuevo guionista qué, a diferencia de los anteriores, carecía de reconocimiento en el mundo de las viñetas. Con un buen pasar escribiendo el cómic Ghost de la editorial Dark Horse, llegaba Eric Luke.

Sin embargo, es preciso decir que estos números, desde la partida de John Byrne en el 136, hasta el inicio de la etapa de Phil Jiménez en el 164, son irregulares y de mucha rotación, tanto de guionistas, como de artistas.

El autor, casi un desconocido: Eric Luke

Es difícil obtener datos, o al menos para mí lo fue, de Eric Luke por fuera de su carrera artística.  Apenas se puede mencionar que es estadounidense, escritor de profesión, y que no inició su carrera trabajando en cómics, sino en dibujos animados para la televisión, los cuáles nunca abandonó realmente. Sintetizando, salvo Ghost y Wonder Woman, estamos ante un autor más del medio audiovisual que del propio del noveno arte, algo común a fines de la década de 1990 en el ambiente de la historieta de superhéroes estadounidenses, sin ir más lejos, ejemplifico con el caso de Kevin Smith y su etapa en el comic Daredevil de Marvel.

Los demás autores trabajaron solamente en historias unitarias, o un par de números.

Análisis de la Wonder Woman de Eric Luke: Buenas ideas, mucha irregularidad. 

Cómo decíamos antes, el 137 y 138 del vol 2 de Wondie abarcó una historia guionizada por Christopher Priest, un guionista que luego se hizo cura (no es broma), tiene como destacable el regreso de Hippolyta a continuidad de personaje, es decir, reina de las Amazonas.

En el 139 entra Eric Luke, junto a los artistas Yanick Paquette y Matthew Clark y, para el número siguiente, realizan la primera reunión oficial de la Trinidad de DC, Superman, Batman y Wonder Woman, en un comic de la Amazona de la post-Crisis. Pero, sin dudas, lo más importante esta al final, con el debut del Wonderdome, la fortaleza flotante al estilo panteón griego, que se convertirá en el hogar y base de operaciones de la protagonista.

El número 143 nos presenta a la villana fundamental de esta etapa: Devastación, una niña que Cronos (titán mítico y enemigo de los Dioses Olímpicos) y sus hijos dotan de variados poderes para generar una antítesis de Wondie. A pesar de su apariencia infantil, Devastación puede razonar e idear como el más experimentado de los Dioses, lo que ocasiona que Diana muestre, en la lucha contra ella, una obstinación y un orgullo que no le hemos visto antes. La nueva enemiga no viene sola, ya que, los titanes del mito asaltan varios panteones de dioses para adquirir la propiedad absoluta de los cielos. A la medida que las distintas divinidades van cayendo a merced de los villanos, Diana busca establecer una alianza con las divinidades hinduistas, y su campeón el príncipe Rama.

Esta gran saga, lo mejor de Luke como guionista de la Amazona, viene a traernos el mensaje de la tolerancia y el respeto hacia las distintas creencias existentes, desarrolla un romance entre Diana y Rama (que jamás avanzó por decisión de los siguientes guionistas), y finalizará con un especial de 48 páginas en el 150.

Luke no para, y en el 151 nos trae a la Dra. Posion, nieta de la villana original de la Golden Age, en una saga de dos partes titulada “El Virus de Pandora” que, como se nombra, también tendrá que ver con el legado de la famosa mujer del mito griego. Además, Diana empieza a reflexionar sobre si su nuevo refugio flotante no la ha aislado de la humanidad.

Tras ausentarse por tres números, el guionista regresa en el 156 para cerrar con dos arcos. En el primero, otra vez usando a Devastación, convierte a Cassie Sandsmark oficialmente en la nueva Wonder Girl; y, en el segundo, Diana decide que ha estado bastante alejada del mundo en su fortaleza, por lo cual, la convierte en la embajada oficial de Themyscira en Estados Unidos.

En la labor artística, Yanick Paquette hace un gran trabajo, pero lo destacable son las espectaculares portadas de Adam Hughes que, gracias a Dios, seguirán un par de años más, y le harán obtener al dibujante prestigiosos premios.

Los cuatro números restantes antes de la llegada de Phil Jiménez son completados por Brian K. Vaughan, dónde Diana se enfrenta a Clayface, y otros dos co-protagonizados por Aquaman, solamente para dar final a un supuesto romance que ambos habían iniciado en números de la JLA.

Conclusiones

La Wonder Woman de Eric Luke dejó muchísimas cosas que quedaron más allá del cambio de volumen u orientación del personaje. Para resumir, las tapas de Adam Hughes debutaron a partir de Luke; la Armadura Dorada (presentada en Kingdom Come) fue introducida en continuidad en esta etapa; y el asunto de las embajadas, fundamental en las dos etapas siguientes, también fue idea de Luke. En síntesis, no es una etapa pasajera.

Eric Luke tuvo un paso breve por la revista de la Amazona y, siendo sincero, le tocó un mal momento, dónde la JLA, al mando de Grant Morrison y Mark Waid, dictaminaba el desarrollo de sus miembros en sus revistas individuales, y entre dos autores de gran renombre, tanto antes, cómo después de su incursión en la revista de Diana. No es una etapa imprescindible, pero vale la pena pegarle una hojeada, no será todo una pérdida de tiempo.