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Los 4 Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby La base del Universo Marvel

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Los 4 Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby La base del Universo Marvel

Repasamos la imprescindible etapa original de los 4 Fantásticos a cargo de los dioses Stan Lee y Jack Kirby

Honestamente, no iba a hacer esta nota. Si tan solo el reseñar 102 números en una sola nota asusta a cualquiera, hablar de los “4 Fantásticos” es hablar del origen de Marvel, de sus métodos, de su prueba y su error, de casi todo lo que fue durante casi 10 años. Además, es hablar de historia del cómic-book estadounidense, y del género de superhéroes, ya que, mucho del éxito que las grandes industrias de contenidos de héroes disfrazados están generando, parte desde acá, y parte de dos personas a las que se les dio la orden de, a falta de una palabra mejor, copiar a la editorial de enfrente. En cambio decidieron que era el momento de apostar a algo más, esos autores eran Stan Lee y Jack Kirby.

No los voy a engañar, mucho de lo que Lee y Kirby desarrollan durante su etapa en los 4F, no haría ni temblar a un Oesterheld, o a un Goscinny , pero es el contexto del país y género donde ambos trabajaron el que lo destaca principalmente. Por eso, y un poquito tarde – ya que los personajes cumplieron 60 años en 2021 – voy a repasar esta imprescindible etapa original de los 4 Fantásticos, sin dejar de lado el contexto, tanto de Estados Unidos, como de sus autores.

Contexto del comic-book estadounidense a la salida de los 4F.

En la segunda mitad de los años ’50, la situación de los cómics estadounidenses cambio drásticamente. En 1954, a raíz de los alegatos en contra de profesionales, como el psicólogo Fredric Wertham,  las historietas caerían bajo la regulación del Comic Code Authority, organismo que hará que las editoriales tengan que reconvertir sus contenidos para adaptarse o desaparecer.

En este contexto tan adverso, los superhéroes, bastante olvidados durante casi diez años, verán su resurgir en una época que los historiadores denominarán “Silver Age” (Edad de Plata). Su inicio se dará, para la gran mayoría de los especialistas, en 1956 con el debut de Barry Allen como Flash en el Showcase n°4.

En 1957, Atlas Comics era una de las tres editoriales que más revistas sacaba al mercado[1], pero ese mismo año al perder a su distribuidor, Martin Goodman (presidente de la empresa) decide cerrar un acuerdo con Independent News, una distribuidora que era propiedad de los dueños de la DC. Así fue qué Atlas debió sufrir una limitación en la cantidad de revistas que podía lanzar al mercado, las opciones eran, o 16 revistas bimestrales, u 8 títulos mensuales.  Obviamente el personal se redujo, títulos cerraron, y la editorial vio terriblemente disminuido su nivel de ventas. Esto cambiaría recién unos años después.

Nos vamos a 1960, Martin Goodman  y Jack Liebowitz, dueño de Marvel y uno de los dueños de DC, respectivamente, están jugando al golf, y Liebowitz le cuenta que a su editorial le va bien con los superhéroes, especialmente con el nuevo grupo que había salido hacía poco, la Justice League of América. Goodman toma nota, y llama a Stan Lee para que se ponga a desarrollar un grupo igual al que su rival de golf le había mencionado.

No voy a presentar acá a Stan Lee o a Jack Kirby, ya que, eso me  abarcaría toda la nota, así que digamos que ambos tenían grandes ambiciones personales, y qué juntos formaron una dupla fundamental del comic. Dicho esto, volvamos a la historia, Lee recibe el encargo de Goodman y llama a Kirby, y acá empiezan los problemas de versiones, o “quién hizo qué”, no nos desviaremos en eso, sólo diré que ambos fueron importantes, y uno no hubiera hecho nada sin el otro.

Lo primero que se le ocurre al dúo es no usar a ningún superhéroe conocido de la editorial (que de hecho los tenía), sino personajes totalmente nuevos pero qué tenían como base un grupo creado anteriormente por Kirby para DC “Challengers of the Unknow”. Así,  idearon un bosquejo con los 4 protagonistas, tres hombres y una mujer: Reed Richards (Mr. Fantastic), Susan “Sue” Storm (Invisible Girl): Benjamín “Ben” Grimm (The Thing) y Jonathan “Johnny” Storm (Human Torch)

Habiendo presentado a los personajes, es hora de iniciar el recorrido

El largo camino al matrimonio

Las aventuras de Reed, Susan, Ben y Johnny arrancan en el número 1 de Fantastic Four, con fecha de tapa de noviembre de 1961[2]. El número inicia con un hombre en las sombras, que solicita la reunión de nuestros héroes a través de un mensaje en el cielo, allí, en medio del pánico de la multitud ante la posibilidad de un ataque extraterrestre, o demás paranoias estadounidenses del momento, una refinada chica deja de tomar el té, un monstruo naranja avanza destruyendo todo a su paso, y un joven se enciende en llamas y sale volando.  Ahí descubrimos que él hombre que ha realizado el llamado no es otro que Reed Richards, el líder, quién tiene una misión para el grupo.

Luego se nos cuenta el origen, con un contexto de plena carrera espacial entre yanquis y rusos, Richards planea una salida orbital sin participación de las instituciones estatales. Para eso cuenta con su mejor amigo Ben Grimm, experto piloto, al que se le agregarán su enamorada Susan y el hermano de ésta, Johnny.  Grimm le advierte a Reed del peligro de los rayos cósmicos sin éxito, y los cuatro son bañados por los mismos al salir al espacio, cambiando su anatomía de forma drástica. Reed ahora puede estirar su cuerpo hasta donde guste, Susan puede alterar su masa y hacerse invisible, Johnny podrá encender en llamas su cuerpo, y Ben se convierte en un monstruo de piedra naranja. Tras presentarnos de cuerpo entero a nuestros héroes, viene la misión para la que Reed los ha convocado, la amenaza del Mole Man (Hombre Topo), líder de las criaturas que habitan el centro de la Tierra, pero que será más un villano trágico y confundido que perverso.

En el número siguiente Lee y Kirby introducen el primero de los muchos conceptos que desarrollarán a posteriori: los Skrulls, alienígenas de metaformos de futuro protagonismo en todo el Universo Marvel.  Para el número 3 nos muestran el Fantasticar, vehículo del grupo, junto a su base en el Edificio Baxter. Además, Sue decide que necesitan uniformes, y elabora los famosos trajes de color azul.  En el número 4 regresa Namor, superhéroe de  los años 40, ahora en conflicto con la Humanidad, y con ganas de hacer a Sue su esposa, generando un triángulo con Reed Richards. Y la tanda de estas primeras historias culmina en el número 5 con el debut del antagonista histórico del cuarteto: el Dr. Doom.

De acá en más, con las bases del comic ya establecidas, las historias se vuelven menores. Lo más interesante eran la ya mencionada dinámica de grupo, pero también su relación con el resto de la sociedad. “Los 4 Fantásticos” no poseían identidades secretas y su base era conocida por cualquier transeúnte de New York (ciudad base del Universo Marvel).Asimosmo, la Primera Familia, denominación famosa que adquirió el grupo posteriormente, tenía sus conflictos internos, es decir, eran seres imperfectos.

Por un lado, tenemos a Mister Fantastic, Reed Richards, el personaje más “clásico” de todos, ya que, será el más perfecto, tanto física, como mentalmente hablando, a pesar de no poder dejar de culparse por el accidente que arruinó la vida de su mejor amigo, Ben Grimm. Invisible Girl es, sin dudas, la gran deuda de Lee y Kirby, lejos estamos de la Susan Richards fuerte y poderosa que conoceríamos posteriormente con otros autores/ras, de momento, es la damisela en apuros, o el alivio romántico de Reed. Contrariamente, The Thing y Human Torch son los que se roban el show en estos primeros números. El primero es la típica figura del monstruo en busca de regresar a su forma humana original, llegando a abandonar el grupo en muchas oportunidades, será el miembro más conflictivo en esta etapa. Por otro lado, tenemos a Johnny, temperamental y algo despreocupado, siendo el estereotipo del héroe adolescente que Marvel desarrollará posteriormente.

Con el correr de los números nuevos personajes secundarios (destacándose Alicia Masters, la escultora ciega que se enamora de Ben en el noveno número), nuevos villanos (Red Ghost, villano soviético, Puppet Master, el Super Skrull o Rama-Tut, posteriormente Kang el Conquistador), y los  encuentros con los demás personajes de la editorial, cómo Hulk, Ant-Man, los Vengadores, entre otros, poblarán la revista.

Cerrando esta primera etapa, en el número 36, tras tantas vueltas, Reed y Sue se comprometen, para terminar casándose en una boda irrepetible, con la asistencia de  todos los personajes de Marvel que existían en ese momento (incluso pudieron estar los autores, pero no se les permitió pasar), en el Annual 3 de la serie.

La Edad Fantástica

Los que pensaban que el casamiento de Reed y Sue era el punto máximo de los 4F se equivocan, para el número 44 llega el espectacular Joe Sinnot a encargarse de las tintas, sumando expresionismo y dramatismo al ya impresionante dibujo de Kirby.

Pero no sólo el dibujo mejora, Jack Kirby y Stan Lee están más asentados en el desarrollo del cómic, y empiezan a mandarse, número tras número, conceptos y personajes nuevos. Para empezar, entre el ya mencionado número 44 y el 47 presentan a The Inhumans (Los Inhumanos), generando un tenso clima de  contradicciones, ya que, la concepción de “buenos” y “malos”, clásica del comic de superhéroes de ese momento, se rompe. Además, Johnny conoce a Crystal (uno de mis personajes favoritos de Marvel), la más joven de dicho grupo, y termina enamorándose de ella.

Lo que sigue es, sin dudas, lo más recordado de esta primera etapa de los 4 Fantásticos, la trilogía Galactus, abarcando los números del 48 al 50, dónde presentan al mítico villano que da nombre a la saga, y a su heraldo el Silver Surfer, personaje surgido de una zoncera de Kirby, que será fundamental a futuro para el Universo Marvel. Además, déjenme señalar dos detalles más; primero, que la portada del número 48 es una de las más llamativas que vi en el género de los superhéroes; segundo, que en el número 50 también debuta Wyatt Wyngfoot, compañero de cuarto de Johnny en la Universidad, que dará que hablar más adelante.

Y si piensan que es tiempo de un respiro, llega “This Man, This Monster”, dónde se explora a fondo la personalidad de Ben Grimm, de la mano de su constante tensión con su nueva forma, de paso, se retoma la Zona Negativa, algo surgido en los números anteriores, pero que se había dejado de lado.

Pero acá no termina este frenesí, sigue la presentación de Black Panther, más sagas con protagonismo del Silver Surfer, una muy buena con el Dr. Doom en los números del 57 al 60, los Inhumanos, y más conceptos y personajes nuevos, como los Kree (número 64) y Él (futuro Adam Warlock, entre los números 66 y 67), entre otros.

El grupo tampoco se queda quieto. En el número 63, ni lentos ni perezosos, Johnny y Crystal empiezan a salir, con lo cual, luego de un par de misiones de Ben, Reed y Johnny, la pelirroja de poderes elementales pasará a reemplazar a Sue como la cuarta miembro entre los números 80 y 95. Sue, que había anunciado su embarazo en el Annual número 5, queda relegada a personaje secundario.

No pasa mucho más luego de este punto, ya por el número sesenta y pico, Stan Lee y Jack Kirby habían empezado a tener diferencias, y éste último había decidido dejar de proponer conceptos nuevos para la revista, sólo dibujaba y punto. Las consecuencias son unos 40 números finales de repetición y uso de conceptos anteriores, sin novedades importantes para el grupo, salvo el nacimiento del hijo de Sue y Reed, en el Annual número 6, y la incorporación de Agatha Harkness en el número 94.

Los 8 números que nos faltan son intrascendentes, hasta la ruptura final entre Lee y Kirby en el 102 (de septiembre de 1970). El artista, cansado de que no le reconozcan su importancia dentro de Marvel, se va para la vereda de enfrente, es decir, DC. A su partida le sigue la de Cristal qué, con Sue ya pudiendo participar activamente del cuarteto, no parecía tener lugar dentro del grupo.

Conclusiones

Si bien el final fue bastante amargo, ésta primera etapa de los 4 Fantásticos está entre las más revolucionarias de la historia del comic de superhéroes. Lee y Kirby construyeron un universo propio, lleno de conceptos y personajes con los que, muchos y muchas guionistas y artistas trabajarían posteriormente, verdad que aún llega hasta nuestros días.

Si éstos comics pueden leerse actualmente dependerá de los gustos de los lectores y/o lectoras, particularmente creo que algunos son imprescindibles y sin los mismos, no sé si la industria de superhéroes hubiera avanzado mucho más de lo que ya lo había hecho. La realidad indica que en 1961 dos talentos se juntaron y complementaron para  crear una dinámica de trabajo que sería recién cuestionada casi treinta años después, no es poco.

 

[1] Accorsi, Andrés; ¿Quién quiere ser superhéroe?”; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Comic.ar; 2021; pág. 355

[2] En realidad el número saldría en Agosto

 

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