La noche más larga: extraños compañeros de cama

Uno de los estrenos mas importantes e impactantes de este mes en Netflix es La noche más larga (inicialmente conocida como Baruca), producción original española cuyos seis episodios llegaron a la plataforma el viernes 8 de julio. Originalmente planteada como una miniserie, se ha convertido (no sabemos muy bien cómo) en una serie que esperamos continúe muy pronto… ¿Y de qué se trata?

ASALTO AL PRES… A BARUCA

La noche del 24 de diciembre, Hugo Roca (Alberto Ammann), director de la Prisión Psiquiátrica Monte Baruca recibe una llamada que cambiará su vida. El recientemente capturado psicópata Simón Lago (Luis Callejo), asesino serial conocido como El Caimán, pasará la noche en su cárcel. Si bien no le queda claro el porqué de esta decisión, ya que un criminal tan peligroso no debería ser remitido a una institución de mínima seguridad Hugo responde y se ve obligado a llegar con él a dos de sus hijos.

Poco después, un grupo comando rodea la prisión exigiendo que el entreguen a Simón, pero Hugo tiene razones de peso para no ceder a la demanda, lo que por supuesto derivará en una escalada de violencia y una serie de revelaciones a cuál más impactante que la anterior.

UNA CASA QUE NO ES DE PAPEL

Es difícil que una producción como esta escape a la alargada sombra de uno de los más populares y peores productos de la gran N. A regañadientes, pero tengo que admitir que La casa de papel (2017 – 2021) tiene varios puntos en común con La noche más larga: su origen ibérico, su reparto coral, sus flashbacks para contar las vidas de algunos de los protagonistas. Pero todo lo que La Casa ha hecho tan, pero tan mal, La Noche lo realiza a la perfección.

Para empezar, el reparto es excelente. Callejo logra componer a una suerte de Hannibal Lecter ibérico con costumbres alimentarias menos truculentas, un psicópata inteligente y hábil manipulador mientras que Ammann se mete en la piel de alguien que intenta hacer lo correcto, pero cuyos límites morales ceden cuando lo que está en juego es la vida de su familia. Entre los secundarios, destaca Cecilia Freire como Manuela Muñoz, una asesina con doble personalidad que podría ser víctima de violencia de género o de una psicosis que la lleva a creerlo. Con respecto a los flashbacks, son mucho más medidos y justificados, recurriendo a unas cuantas escenas breves que alcanzan para pintar a los personajes sin bajar el rito de las escenas actuales.

Pero la gran diferencia entre ambas producciones es sin duda la calidad del argumento. La noche mas larga no recurre a casualidades y detalles poco creíbles para construir su historia, una historia que va tornándose mas compleja a medida que avanza, demostrándonos que en la guerra que ha estallado en el penal hay mucho mas que dos bandos y las alianzas y fronteras entre las diversas facciones cambian a cada momento.

Esta serie es un producto de primera línea, con una dirección y un montaje de nivel cinematográfico que dotan a la serie de un ritmo que obliga al televidente a devorar sin descanso cada uno de sus episodios.

LO BUENO, SI NO ES BREVE…

Como decía al comienzo, inicialmente se suponía que la serie se compondrían de solo seis episodios y no queda claro cuando ni por qué se decidió privarla de un final cerrado, reemplazándolo por una monumental colección de cliffhangers. Lo bueno es que si tiene el éxito que merece, seguramente habrá como mínimo una segunda temporada. Lo malo es que no hay ni siquiera una fecha de preproducción, por lo que tendremos que esperar al menos al año que viene para verla. Solo resta esperar y también desear que el extender su duración no haya sido una decisión que acabemos por lamentar.