Clarice: balan, Sancho

LOBO SUELTO…

En 1991 se estrenaba El silencio de los inocentes (Silence of the lambs) adaptación de la novela homónima de Thomas Harris. La cinta presentaba entre sus personajes a uno de los más terribles psicópatas de la ficción, el Doctor Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), asesino en serie y caníbal que colabora con Clarice Starling (Jodie Foster), una recién egresada de Quantico, para atrapar al criminal apodado Buffalo Bill (Ted Levine). Recibió cinco premios Oscars: Mejor película, Mejor dirección (Jonathan Demme), Mejor actor (Hopkins), Mejor actriz (Foster) y Mejor guion adaptado (Ted Tally). Tuvo una continuación titulada Hannibal (Hannibal, 2001) que transcurre diez años después de los acontecimientos de El silencio de los inocentes, cuando la agente Starling (esta vez encarnada por Julianne Moore) ha sido relegada a un escritorio, lo que no le impedirá perseguir al Doctor Lecter hasta Florencia. Fue dirigida por Ridley Scott y aunque generó muchas expectativas, no tuvo buena recepción de la crítica ni del público, siendo el consenso general que es muy inferior a su predecesora. La tercera entrega de la saga fue una precuela, Dragón Rojo (Red Dragon, 2002) y contó con la dirección de Brett Ratner. El agente del FBI Will Graham (Edward Norton) lleva un tiempo trabajando con el psiquiatra Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) cuando descubre que este último es un asesino serial. Lecter acaba en la cárcel y Will retirado, pero ambos se reencontrarán cuando el agente le pida ayuda para atrapar a un criminal apodado por la prensa «El Hada de los Dientes» (Ralph Fiennes). Esta entrega fue mucho mejor recibida que su predecesora. La última parte de la saga cinematográfica la constituye Hannibal, el origen del mal (Hannibal rising, 2007) que narra los primeros años de vida del temible caníbal y es la menos exitosa de todas las adaptaciones.

En 2013, la historia pasó a la pantalla chica con Hannibal (2013 – 2015). Cronológicamente situada antes de los hechos de Dragon Rojo, narra la colaboración entre Will Graham (Hugh Dancy) y el Dr. Hannibal Lecter (Mads Mikkelsen) en diversos casos, hasta que el primero descubre la verdadera naturaleza del segundo. Como se ve, el peso de la narrativa siempre descansó sobre los hombros del Doctor Lecter… al menos hasta que CBS decidiera rescatar a Clarice Starling del olvido.

…CORDERO ATADO…

Amazon Prime estrenó el 29 de abril la serie Clarice (2022 – ). Situada un año después de los hechos de El silencio de los inocentes, nos muestra a una Clarice Starling (Rebecca Breeds) aún traumatizada por su encuentro con Búfalo Bill, que regresa al campo para formar parte del ViCAP (Violent Criminal Apprehension), un comando especial creado por la ahora fiscal general Ruth Martin (Jayne Atkinson) madre de la única chica que lograra salvar Clarice.

La trama se centra en su personaje principal, a quién sus superiores buscan convertir en poco más que una figura publicitaria explotando así la fama obtenida tras resolver el caso de Búfalo Bill. Con el correr de los episodios, sin embargo, la chica tendrá oportunidad de demostrar su valía y ganarse el respeto de sus compañeros, pese a su tendencia a no jugar en equipo. También tendrá peso su historia personal, principalmente la relación con su padre y su madre. Otra historia individual que se cuenta es la de Catherine Martin (Marnee Carpenter), sobreviviente de los crímenes de Buffalo Bill, quien vive recluida, agorafóbica y al borde de la anorexia nerviosa tras los traumáticos sucesos. Por último, promediando la serie se empieza a tratar el tema de la lucha de los agentes afroamericanos por recibir el mismo reconocimiento que los de raza blanca, representada por la compañera de piso de Clarice, Ardelia Mapp (Devyn A. Tyler), a quién también vimos en la película.

En este tipo de series la tendencia actual es centrar la temporada completa en un único caso, al estilo de The Sinner (2017 – ), por citar una, más que tratar un caso por episodio, como lo hacía por ejemplo Criminal Minds (2005 – 2020). Clarice utiliza una mezcla de ambos formatos, ya que el grueso de la temporada se basa en la investigación de Los Asesinatos del Río, pero algunos episodios se desvían ligeramente de la norma para presentarnos a otros sociópatas. Tanto ese hilo narrativo principal como los secundarios están bien presentados y desarrollados, con las suficientes vueltas de tuerca como para mantener el interés y el factor sorpresa necesarios para que el espectador veterano no se aburra. Como era de esperar abundan los flashbacks con escenas de la película original, mayormente para demostrar el precario equilibrio mental de la protagonista. Aunque necesarias, estas escenas pueden llegar a volverse molestas en cierto punto, aletargando el ritmo de la serie.

…POR CONTRATO.

Un grave problema que enfrentaron los guionistas es la imposibilidad contractual de mencionar a dos importantes personajes de la saga: el Doctor Lecter y el agente Jack Crawford, quienes están en poder de NBC y De Laurentis Films, productoras de la mencionada serie Hannibal. Esto hace que se produzcan algunas situaciones bastante confusas, como que no se llame a Hannibal por su nombre o que el papel que hubiera correspondido a Crawford quede en manos de Paul Krendler (Michael Cudlitz). La última vez que vimos a Krendler fue encarnado por Ray Liotta en la película Hannibal, donde ocupaba el lugar de némesis de Starling por lo cual la relación mucho más positiva que desarrollan en esta serie puede hacer un poco de ruido.

Las actuaciones son muy buenas, tanto por parte de principales como de secundarios. Se destaca la performance de Breeds, que no tiene nada que envidiarle a la original de Foster. En resumen, aunque algo despareja en sus planteos y quizás alejada de la oscuridad de la película original (y ni hablar de las novelas), Clarise logra a lo largo de sus trece episodios de alrededor de 45 minutos convertirse en una alternativa viable para los amantes del género y seguidores de la saga. Si logra pulir los defectos y apegarse más a la atmósfera imaginada por Harris, tiene mucho hilo para cortar.