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Algunas apreciaciones acerca de la serie WandaVision
Uno de los grandes éxitos de este, aún en pañales, 2021 bajo la atenta mirada del staff de Central Mutante.
Wandavision: Mi amor de verano
Mi experiencia con WandaVision se parece mucho a lo que puede pasar entre dos personas que se conocen durante las vacaciones. Empezó como una «atracción física»: la estética de los primeros episodios simplemente me fascinó. El homenaje a las sitcoms del pasado, en riguroso blanco y negro, con referencias a clásicos como The Dick Van Dyke show (1961 – 1966), I love Lucy (1951 – 1957) o Bewitched (1964 – 1972) me atrapó inmediatamente. Tenía algo que me resultaba imposible de resistir y aunque parezca mentira, demoré en identificarlo: era original. En una industria superpoblada como la del entretenimiento televisivo, donde todo ya se hizo al menos una vez, esta serie rompía moldes y se cortaba por la suya. El hype fue tan intenso, que al principio ni siquiera me importaban los «cómos» y los «porqué»: me perdí en Westview y no necesitaba elucubrar elaboradas teorías para explicar su existencia. Sabía que la historia iba para algún lado, pero eso no era lo importante: yo disfrutaba el paisaje.
De todos modos, cuando las respuestas llegaron y el afuera se hizo presente en la realidad de la serie, me cerró completamente. WandaVision y yo «nos estábamos conociendo» y mi atracción por ella era cada vez menos superficial. Como no soy de leer comics y no he visto la mayoría de las películas del MCU, sabía poco y nada sobre su pasado, así que hice lo que haría cualquiera: stalkearla en las redes sociales. De ese modo puede comprender las referencias y darle a la historia el contexto necesario.
Pero lo nuestro no estaba destinado a durar: la producción de Disney+ fue anunciada desde el vamos como una historia autoconclusiva, pensada para ser el nexo entre dos etapas distintas del MCU. Y así llegamos a la última cita… digo, episodio. La resolución me pareció casi perfecta. Wandita se arregló para este encuentro con sus mejores galas… y es que, si Disney no había sido precisamente tacaño con ella, entregándonos 9 capítulos con una producción que nada tuvo que envidiarle en cuanto a calidad visual a cualquier película del género, el final no podía ser menos. El cierre nos deja al menos dos batallas memorables: primero, el enfrentamiento entre ambas versiones de Vision (Paul Bettany), que comienza como una lucha tradicional pero se resuelve a través de uno de los dilemas más antiguos de la filosofía. Y luego, por supuesto, la contienda entre Agatha Harkness (Kathryn Hahn) y Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) que pone de manifiesto la evolución del personaje protagónico. Destinada desde su origen a ser uno de los seres más poderosos de Marvel, logra conservar su humanidad mostrando su lado más vulnerable y encontrando la expiación a través del sacrificio.
Solo un reproche tengo para esta miniserie, y es la presencia del «Falso Pietro». No me molesta el personaje, sino que hayan elegido precisamente a Evan Peters para su interpretación. Ese amague fue una maniobra distractoria completamente innecesaria y que solamente logró enojar a los fans. Parafraseando a Chejov: «si en el segundo acto colgás de la chimenea un Pietro de Xmen, tenés que dispararlo en el tercer acto. Si no es así, no debió estar colgado desde un principio». Lamentable jugada que baja un poco la valoración final, pero sin arruinar del todo la experiencia.
En conclusión: WandaVision tiene méritos mas que suficientes para ser considerada una de las mejores series de este año que recién comienza y una más que dignísima heredera de las producciones que Marvel supo hacer en colaboración con Netflix, a la vez que pone la vara muy alta para Falcon y el Soldado del Invierno, que vale recordar, llega a nuestras pantallas el 19 de este mes.
Por: Jota Farias.
WandaVision: Cita impostergable para todo fanático del MCU
No sorprendo a nadie con lo que digo, pero es increíble como desde hace unos años a esta parte han evolucionado las formas de consumo, sobre todo poniendo el acento en este último año tras la pandemia. WandaVision es una de las llamadas, por entonces, superproducciones que iban dirigidas a las pantallas de cine. Hoy forma parte, al igual que otras series, de una plataforma de streaming como Disney+, que puede entenderse como la vieja tv. Disney no se anda con chiquitas ofreciendo un producto visualmente increíble para consumo hogareño. La sorprendente puesta en escena es su primer punto a favor.
El viaje a través de estos nueve episodios (posiblemente los únicos de la serie) ha sido gratificante. Sus primeros envíos, una suerte de homenaje a las sitcoms de las décadas del 50 y 60, son refrescantes y novedosos. Una apuesta fuerte del estudio que mareo al fanático más estructurado. Quizás uno de los proyectos más creativos de Marvel hasta la fecha.
Wanda Maximoff era, muchos quizás no coincidan conmigo, un personaje menor hasta el momento dentro del MCU. Por supuesto tuvo sus momentos, pero sus motivaciones no estuvieron nunca exploradas. Estos 9 episodios finalmente brindaron las herramientas necesarias para que los espectadores forjaran un vínculo genuino con el personaje. Wanda ofrece su faceta más humana, evidenciando su sufrimiento tras la pérdida de Vision. Un personaje poderosísimo, como vemos sobre el final, pero vulnerable.
Su desenlace dio por terminadas todas y cada una de las especulaciones vertidas esta semana para estampar una gran verdad: QUE SER MOLESTO ES EL FANÁTICO CON SU BOMBARDEO CONTINUO DE TEORIAS. Numerosos escenarios y personajes elucubrados que no hacen sino embarrar la cancha. No hubo Mefisto, ni Dr. Strange, ni Xmens. Solo Wanda VS Wanda, su lucha con la evolución del personaje a “Bruja Escarlata”.
Las escenas de pelea con Agatha fueron muy llevaderas, tanto así que me hicieron caer muy tarde respecto al escaso peso del actor Evan Peters. No es un detalle menor, y la queja generalizada está más que justificada. Sobre todo, porque fue su presencia la que desato la mayoría de los divagues de los fans. El personaje presentado solo como un soldadito de Agatha es desde el vamos, una jugada demasiado tonta. Es lo único objetable de esta temporada.
Leí por ahí muchas quejas respecto a la que debió ser la otra lucha dentro de la temporada. Me refiero a las dos versiones de Vision. A mí la resolución mediante el dialogo me pareció hermosa, digno de un personaje apacible. No es casual el alejamiento de Vision blanco (o como se llame), abrirá sin dudas un arco que veremos desarrollarse más adelante en el MCU.
Producto creativo y redondo por donde se lo mire. Cita impostergable para todo fanático del MCU.
Por: Cristian Oliva.
