Series
Batwoman
Lo que dejó la primera temporada de la ficción live-action de mujer murciélago, bajo la lupa
El segmento superheroico de la cadena norteamericana The CW conocido popularmente como Arrowverse, que ya lleva casi una década al aire y actualmente se encuentra compuesto por seis series, tuvo durante 2019 una baja y un alta. A saber, Arrow, su ‘piedra angular’, dejó de emitirse tras ocho temporadas, que totalizaron 170 episodios (demasiados, si me preguntan). La incorporación fue el programa que nos ocupa, cuyo personaje central, interpretado por la actriz Ruby Rose, tuvo una breve presentación dentro del espacio superheroico televisivo durante el evento titulado Elseworlds, de 2018.
El capítulo piloto del show creado por Caroline Dries, quien oficia además como productora ejecutiva junto a Greg Berlanti y Geoff Johns, vio la luz el 6 de Octubre del año pasado, mientras que el final de temporada salió al aire hace casi dos semanas, este 17 de Mayo. Los buenos datos de audiencia iniciales fueron de la mano con una gran recepción por parte de la crítica, hechos que derivaron en la aprobación de una temporada completa por parte de los directivos de la señal. Esta confirmación dio por resultado que a las trece entregas originalmente pautadas, se agregaran siete más, totalizando una veintena de episodios.
La verdadera sorpresa tuvo lugar luego de emitirse el final season, con la difusión de un comunicado por parte de la actriz principal, donde anunciaba su alejamiento de la serie, primero, y la confirmación oficial de que no habrá cancelación, después. Esto generó desde especulaciones al respecto de los motivos que derivaron en la decisión, nunca aclarados por la intérprete, hasta la habitual danza de nombres en pugna para su sustitución.
Welcome To The Jungle
La acción transcurre en una Gotham City con muchas similitudes a la presentada en la trilogía fílmica de Christopher Nolan, tanto en lo arquitectónico como en el aspecto económico y social, lo cual representa un primer gran acierto, dada la potencialidad narrativa aportada por este contexto de desigualdades. Hace tres años que Batman desapareció de la escena pública, hecho que incrementó el delito y la violencia en las calles. Esta ausencia encumbró a The Crows, fuerza militar privada dirigida por el Coronel Jacob Kane -un desaprovechado Dougray Scott-, por sobre el Gotham Police Departament a la hora de llevar justicia a los ciudadanos (que pueden pagarla, obvio).
El día en que se decide sacar de funcionamiento definitivamente a la célebre batsignal, una ignota villana que se hace llamar Alice, en referencia a la protagonista de la obra de Lewis Caroll, –brillantemente encarnada por la actriz Rachel Skarten- hace acto de presencia para desafiar al comandante, secuestrando a su segunda al mando, la morena Sophie Moore -una inexpresiva Meagan Tandy -, antiguo amor de Kate Kane, quien interrumpe un duro entrenamiento en el norte del continente para regresar a la ciudad e intentar rescatarla. Pronto se descubrirá que Alice no es otra que Beth, hermana de la protagonista dada por muerta en un fatídico accidente automovilístico acaecido hace décadas, en el que falleció su madre. Batman estuvo allí, pero no logró impedirlo.
De esta manera, flashback mediante, la tragedia familiar de rigor está planteada. También el interés amoroso de la heroína, que data de su tiempo compartido en la Academia Militar, institución de la que Kate desertó y Sophie se graduó, a costa de no asumir su orientación sexual lésbica públicamente, lo que puso punto final a la relación entonces. No tardará mucho la rebelde joven en descubrir que su primo Bruce Wayne, quien se encuentra casualmente de viaje por el mundo, era en realidad el hombre murciélago. Merced a la ayuda de Luke Fox -un correcto Camrus Johnson-, leal custodio de los bienes de la corporación, Kate tomará el relevo, adaptando el traje para asumir la protección de Gotham bajo la identidad de Batwoman. Con un entorno plenamente desfavorable, enfrentando al crimen y hasta a su propio padre, que está en contra de los justicieros enmascarados y no dudará en intentar capturarla. Aprendiendo sobre la marcha y equivocándose en el proceso.
Aliados, enemigos y líneas argumentales
Un bonito detalle para los fans comiqueros es la inclusión de diversos segmentos radiales a cargo de la periodista Vesper Fairchild -expresiva Rachel Maddow-, comentarios que reflejan la opinión pública en relación a las acciones de la encapotada. Después, un mal habitual de estas ficciones, el elenco estable de ayudantes. Aparte de los mencionados párrafos arriba, destacamos a su hermana adoptiva, Mary Hamilton -competente Nicole Kang-, personaje que lucía interesante en un principio, con su clínica clandestina para gente de escasos recursos, y se fue desdibujando tras descubrir el secreto de Kate. El problema acá es, claramente, el rol asignado por los guionistas. Otro desacierto lo constituye Julia Pennyworth – esmerada Christina Wolfe-, hija de Alfred que se desempeña como agente secreto al servicio de la Inteligencia Británica, quien también tuvo un affaire con la vigilante y está de vuelta para cumplir con su propia agenda. Demasiados aliados. Incluso hubo circunstanciales, como la estudiante Parker Torres –Malia Pyles– y el detective Slam Bradley –Kurtis Szarka-.
La galería de enemigos presentada en esta veintena de programas se nutre de villanos ‘de la B’ del murciélago, tomados de distintas épocas históricas, reversionados. Algunos con más de una aparición y otros que apenas llegaron a cumplir el papel de amenaza de la semana, para luego desaparecer. La ladrona de joyas Margot Pye ‘Magpie’ –Rachel Matthews-, el ‘hermano de tragedia’ de Alice, Mouse –Sam Littlefield-, el determinado Bertrond Eldon ‘The Executioner’ –Jim Perri-, el sicario The Rifle –Garfield Wilson-, la vampiresa Natalia Knight ‘Nocturna’ –Kayla Ewell-, una enajenada mental Duela Dent –Alessandra Torresani-, el copycat Miguel Robles ‘The Detonator’ –Nathan Witte-, y Tommy Elliot ‘Hush’ -un poco creíble Gabriel Mann-. Como suele suceder en estos casos, hay de todo, algunos personajes con gran potencialidad que fueron desaprovechados al quedar relegados y otros cuya inclusión luce forzada, robando minutos.
Se pueden identificar cuatro grandes ejes argumentales concatenados, con diferente grado de desarrollo y efectividad a lo largo de esta primera temporada. Nos referimos a la venganza personal de Alice y su banda contra el comandante Kane, al principio. A continuación, la revelación de su secuestro y las consecuencias en su psique tras aquel accidente de la infancia, justo antes del crossover interserial Crisis On Infinite Earths. Posteriormente, el descubrimiento de una infiltración interna en Los Cuervos, en simultáneo con el hallazgo del libro secreto del fallecido Lucius Fox. Sobre el final, la búsqueda de los fragmentos de kryptonita, mineral que puede atravesar el traje de la mujer murciélago y darle muerte. Algunas resoluciones han sido satisfactorias y otras han dejado sabor a poco.
Pasando en limpio
Aquel agregado de programas a la cantidad originalmente pautada explica, en parte, cierto desequilibrio estructural interno que el televidente avezado en el consumo de este tipo de producciones de seguro va a percibir. A modo de ejemplo, y tratando de no espoilear, referiremos apenas que cierto suceso que tiene lugar en el decimoquinto envío, hubiese constituido un cierre de temporada realmente notable, alterando definitivamente el status quo imperante, de haberse narrado en una mid season. Tal y como se presentó, fue bastante desaprovechado, apelando a un cierre tan procedimental como apresurado, que lo hizo pasar casi desapercibido. Una verdadera pena.
Después, nos topamos con los defectos propios de las producciones del canal CW, gentileza de la constante rotación de showrunners de un programa a otro, que en lugar de fomentar creativamente las diversas series, terminan por tornarlas repetitivas. Ejemplos de este manejo hay muchos en el Arrowverso. Mencionemos uno, a modo de ejemplo, las dos temporadas iniciales de The Flash fueron muy buenas, pero desde la tercera en adelante, la ficción se ha tornado harto predecible. En paralelo y para reflejar que no todo está perdido, podemos destacar que DC’s Legends Of Tomorrow ha encontrado un filón muy interesante por el lado del ridículo y el humor. Con la excusa de los viajes temporales, no para de reinventarse en cada season. Y es muy efectiva como divertimento, por no tornarse demasiado en serio a sí misma. Un variopinto grupo de viajeros, integrado por personajes queribles, que alternan graciosos pasos de comedia con el necesario costado aventurero.
En materia de analogías, muchos críticos han emparentado a Batwoman con Arrow, por el tono oscuro de las tramas y lo cuidado de las coreografías de acción. Pues bien, lo mejor de aquella ficción tuvo lugar en su segunda temporada, una vez presentado el elenco de principales y secundarios, además de sus respectivos conflictos, por lo que podemos guardar esperanzas de que los tropiezos referidos párrafos arriba al respecto de esta ficción, puedan superarse a futuro, consiguiendo una identidad propia. Será cuestión de esperar para ver el modo en que los productores resuelven el problema que supone la partida de su protagonista. Que, siendo sinceros, tampoco representa una gran pérdida. Después de todo, Rose se destacaba más por su despliegue físico y presencia en pantalla, que por su talento actoral.
El año próximo constataremos si quienes decidieron que el show deba continuar en pantalla con otra actriz bajo la capucha acertaron o no. De momento, merced a lo visto hasta ahora, bien podemos otorgarles el beneficio de la duda. Al menos eso, merecen. Continuará.