#XMen: repaso de las películas del universo mutante – Parte Final

En paralelo al afianzamiento de Marvel Studios en Hollywood, su adquisición por parte de Disney y los pasos en falso de Warner con las adaptaciones basadas en superhéroes de DC Comics, Fox trató de mantener el nivel alcanzado en las producciones protagonizadas por los hijos del átomo. En tal sentido, durante esta última etapa llegaron a las salas de todo el mundo cuatro nuevos films con puntos altos, regulares y bajos, además de uno cuyo destino, tras la adquisición del estudio por parte de la compañía del gran ratón, es incierto. The New Mutants fue filmada en 2017 con un acercamiento ligado más al género de terror que al superheroico y al día de la fecha sufrió cuatro postergaciones en su fecha de estreno, la última de las cuales la ubica hacia Abril de 2020. De concretarse, esa película sería la verdadera despedida de la franquicia. Tras lo que pasó con la distribución de Dark Phoenix por DIsney, surge cierta duda.

X-Men: Apocalypse (2016) – Bryan Singer

Desde el título de esta entrega, deberíamos prepararnos para un final. Pero un final de todo en serio. Aunque poco de eso haya en Apocalypse. De entrada, una voz en off nos resume la película en pocos segundos: Lo que viene después es el desarrollo detallado de la síntesis de marras.

Comienza con El atentado terrorista a las Torres Gemelas una pirámide en la que se lleva a cabo un ritual iluminati de metempsicosis. Los siervos del dios que se encontraba allí adentro se sacrifican para salvarlo. Viajamos a toda velocidad por un túnel literal del tiempo y llegamos hasta el golpe bajo de la nostalgia año 1983: en una secundaria de Ohio los jóvenes estudiantes repasan el origen de la visibilidad de los mutantes. Un poco de bullying y algunos escarceos amorosos para decorar y ya tenemos la escena completa. El hermano de Havok está listo para ingresar al Colegio Hogwarts la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos.

Los 100 minutos de introducción argumental recuerdan más al cine de Andy Warhol que a entregas anteriores de Marvel. Si en First Class el desastre nuclear –y, por consiguiente, el fin del mundo- era un hecho, acá no deja nunca de ser una amenaza que nunca se consuma y donde lo importante es destacar que los mutantes serán lo que serán pero lo primero siempre es la familia. Crisis de identidad, guiños a la working class, referencias ochentosas (Michael Jackson Nightcrawler y Marty McFly Quicksilver son dos buenos ejemplos) y momentos de comicidad bien logrados. Esta vez perdió la trama y ganó el pochoclo.

Vindicaciones de última línea: deberían incluir como protagonista principal, injustamente desacreditado, a los Efectos Especiales; los mutantes serán muy poderosos pero nadie puede contra el gobierno de los Estados Unidos.

Txt: Diego Sep.

Logan (2017) – James Mangold

Si alguien pone en duda eso de la “tercera en la vencida” basta mostrarle el último film de James Mangold con Wolverine como protagonista.  Logan no solo es un canto de amor al cine sino que se ha convertido en la despedida perfecta de un Hugh Jackman que entrego todo de sí a un personaje a lo largo de casi 20 años.

Logan es un caso atípico dentro del cine de superhéroes. Se desarrolla de manera serena, con cierto aire cansino y crepuscular muy lejos de ese cine frenético al que nos tiene acostumbrado el género. Tiene mucho que ver, en forma y estructura, con el western. Incluso se permite dialogar con ‘Shane’, la película de 1953 de George Stevens, en una escena casual grabada a fuego en los espectadores. Hay grandes similitudes narrativas con ella, mientras una remite al fin de la era de los pistoleros, la otra nos instala esa duda de si no estamos evidenciado también los últimos días de la raza mutante.

Jackman es Wolverine, es así. Pobre de aquel que tome las riendas en algún momento porque lo perseguirá la comparación adonde vaya. Aquí ofrece la mejor interpretación de su carrera transmitiendo la soledad y agobio que sufre el personaje.

De manera solitaria transita sus días acompañando a un Charles Xavier casi senil acechado por las fantasmas de su propia mente.  Ambos están  recluidos/escondidos en la frontera de México hasta que una joven Laura (tan salvaje como Logan) llega a sus vidas en busca de ayuda. La niña despierta lo que incluso el propio héroe creía muerto. Su cuerpo por supuesto ya no es el mismo, pero sus fuerzas le permiten emprender un último capítulo intentando alcanzar cierta redención, cierto perdón, cierto consuelo.

Sin duda una de las grandes despedidas en la historia del cine.

Txt: Cristian Oliva.

Deadpool 2 (2018) – David Leich 

Con el éxito de la producción anterior, el equipo creativo tenía vía libre para la segunda parte. Ahora cuentan con mayor presupuesto y vaya si lo aprovechan!

Lamentablemente, Tim Miller se termina alejando por “diferencias creativas”, dejando la dirección a David Leich (John Wick).

Pero el resto del cast original regresa, sumando muchos personajes más: Cable, Domino, Juggernaut y toda una formación de X-Force (que incluye a Brad Pitt!)

Además, el equipo completo de “X-Men: First Class” realiza un esperado cameo, consolidando y confirmando a Deadpool como parte de la franquicia.

A pesar de tener que competir contra el mega-taquillero estreno de “Avengers: Infinity War” (incluso compartiendo actores) esta secuela logra recaudar casi 800 millones de dólares, al igual que el largometraje anterior.

La película tiene la que tal vez sea la mejor escena post-créditos jamás hecha, donde Reynolds satiriza todos los cliches de la industria e incluso a sí mismo. Y si las insinuaciones que viene haciendo desde su propia cuenta de Twitter resultan ser ciertas, quizás logre una hazaña aún mayor: que su personaje logre un traspaso “limpio” al universo de Marvel Studios, sobreviviendo a toda la franquicia de películas de X-Men realizadas por Fox Studios, para poder codearse con los Avengers, los Guardianes de la Galaxia y el resto de la alegre muchachada que nos viene acompañando la última década.

Están advertidos, Deadpool llegó para quedarse, hay Mercenario Bocazas para rato.

Txt: Roberto Rubiano

X-Men Dark Phoenix (2019 – Simon Kinberg

Cuesta separar este film de su contexto. En simultáneo a la compra de 20Th Century Fox por parte de The Walt Disney Company, el cineasta Bryan Singer cayó en desgracia, debido a su vida personal, con graves acusaciones que son de dominio público. La muy mal recibida  X-Men Apocalypse tampoco ayudaba demasiado y así fue que, con el final de la primera trilogía borrado de la continuidad por X-Men Days Of Future Past, a alguien se le ocurrió volver a adaptar la saga del Fénix oscuro, clásica obra ochentosa gestada por Chris Claremont y John Byrne. Encima, la silla del director fue ocupada por el debutante Simon Kinberg, antes guionista y productor. La coyuntura para esta despedida de la franquicia X no era favorable.

El film se sitúa en los noventa, con Magneto y sus seguidores establecidos en Genosha, al margen del mundo, mientras un cegado Charles Xavier ve parcialmente cristalizados sus sueños de coexistencia, con un alto costo, sus X-Men al servicio del gobierno estadounidense. Durante el rescate de un trasbordador espacial de la NASA, Jean Grey  atraviesa una llamarada solar que potencia sus poderes psíquicos, al tiempo que un grupo de extraterrestres matamorfos liderados por Vuk -una desaprovechada Jessica Chastain-, llega al planeta buscando hacerse con la Fuerza Fénix, que de eso se trata. De allí en más, saldrán a la luz oscuros recuerdos del pasado de la colorada y una tragedia desbandará al grupo, pero también surgirán necesarias alianzas para la supervivencia mutante. Considerando los contratiempos de la producción, el resultado dista de ser malo. Por el contrario, la película sortea varios escollos argumentales debido a la probada solvencia del casting. Podría haber sido un mejor cierre ajustando algunas piezas, pero es un buen film. Más allá y a pesar de la crítica y los fans.

Txt: Mariano Sicart.