No hay mascota que no se parezca al amo, dice un refrán sin nombre (o si lo tiene, ya se lo adueño el anonimato del paso del tiempo) y algo de verdad hay o por lo menos lo podemos llevar a otros ámbitos y no cerrarlo nada más en los perros o los gatos, por ejemplo el de la historieta. Buen Gusto es un sello editorial bastante inquieto, solo hace falta echarle un vistazo a su catálogo para encontrar una gran variedad de géneros e incluso de autores. Mucho de eso es responsabilidad de uno de sus cabecillas: Hernán González con obras de historieta en las que abundan las diferencias más allá de algún que otro samurái.
Hagamos un repaso por algunas de sus más recientes revistas:
MAMA MARILYN – Cristián Blasco y Nicolás Brondo
No se puede ser una editorial cordobesa sin haber publicado al genial Brondo y Buen Gusto se pone al día (descontando la re-edición de “Séptimo Circulo” con guion del gran maestro Diego Cortes) con esta historia de Blasco en la que un revolver es el narrador y testigo del crecimiento de un niño en el seno de una banda de bandidos. Una narrativa similar a lo que leímos en la excelente y muy original “Memorias de un 38” de José-Louis Bocquet, Jean-Luc Fromental y Franz.
La historia es sencilla, rozando gran parte de su recorrido con lo clásico ya leído o visto en varias oportunidades. Lo bueno es que su narrador sobre el final presenta un giro a lo M. Night Shyamalan que nos noquea por completo, volándonos la cabeza en un par de cuadros por la contundencia del golpe de efecto que tiene. Incluso hay que sospechar que el camino recorrido hasta ese momento solo fue para anestesiar un poco al lector y que el golpe tenga más efecto.
Una genialidad de Blasco que se arriesga a perder al lector con una historia bastante común. ¿Entonces qué nos hace seguir leyendo cuando el guion no atrapa? El dibujo de Brondo, que si bien no está cerca de ser lo mejor que vimos de él siempre es grato poder ver a este genial e inquieto dibujante que no tiene problemas en adaptarse e incursionar en distintos géneros. Apelando a su clásica línea finita/flexible y a una excelente elección de planos y armados de secuencias nos hace olvidar cierta tendencia a abusar un poco del efecto grisado en el fondo.
EFÍMERO – Nicolás Lepka
En una reseña anterior, de uno de sus primeros trabajos como historietista (ya es conocido en el ámbito de las ilustraciones con ‘Cosas Sueltas‘), decía que me gustaría ver como Lepka se va desarrollando en este ámbito porque el salto de ilustración a historieta, si bien es casi como un paso lógico, no es tan sencillo aunque lo parezca. En su primera obra le falta un poco la originalidad y la fuerza que le sobra como ilustrador.
Algo que no sucede en “Efímero” donde lo vemos más suelto y aplicando un dibujo más cercano a su trabajo conocido como ilustrador. Aunque hay un poco de trampa en este trabajo y tal vez estemos un poco más cerca de llamarlo ilustraciones sueltas que una historieta, Nicolás demuestra la magia ´por la que es conocido, acá hay poesía, vuelos metafóricos, distintas líneas argumentales que se cruzan y se forman también de manera independiente, juntos arman secuencias individuales y grupales muy hermosas para leer más de una vez y jugar un poco con su narrativa.
El autor propone un juego muy interesante si no gusta este tipo de historia, quedando un poco afuera aquellos que busquen una historia más lineal.
LISERGIA BINARIA – Natalio Anastasía
El colorista de la entretenida y reciente “Kintari. El Retorno del Lobo” (de Roberto Barreiro y Hernán González, de este mismo sello editor junto a Rabdomantes), nos trae un ingenioso relato secuencial sobre… mucho no se puede contar sin entrar a deschavar la historia.
El trabajo está muy bien logrado, todo el armado está muy bien planificado sin que haya un cuadro que desencaje, parece como si estuviéramos viendo una animación sin ninguna interrupción (el famoso travelling). Hay juegos con los fondos, con los mismos limites de los cuadros y de las páginas, grandes “manchones” de tintas jugando con los personajes y las secuencias, todos recursos bien usados por Anastasía.
Esperemos que este autor haga una historia de ciencia ficción dentro de poco, las ganas nos las dejo con esta obra que nos deja pidiendo otra historia más.