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Los santos del bodrio
Repasamos la floja temporada inicial de Knights of the Zodiac ¿basada? en el popular manga de Masami Kurumada.
Hay una gran afirmación, que suele aplicarse en estos casos, y que nunca está de más refrescar. Las remakes, interpretaciones, reboots o como quieran llamarle, prestan en la mayoría de los casos una tibia (para no decir nula) atención a la opinión de los fans originales. Por supuesto que estos importan pero de alguna manera dan por hecho que el acompañamiento de los mismos está asegurado aunque sea para expresar su enojo con mayor sustento y fervor. Habrá guiños y quizás una mayor atención para los mismos pero nada que los lleve a apartarse del plan original: la captación de un nuevo público…uno mucho más joven.
El estreno de la plataforma Netlifx “Knights of the Zodiac” no escapa a esa premisa e intenta desde sus iníciales 6 episodios, estrenados el pasado 19 de julio, convencer a un público para el que el manga original de Masami Kurumada es un total misterio.
La intención de captación trae consigo una serie de decisiones que mal que nos pesen tienen que ver con la época en la que nos toca vivir. Una con un ritmo mucho más frenético y con un acento puesto, sin lugar a dudas, en la corrección política. Por ello no deberían sorprendernos muchos de los cambios casi de manual que se emprenden en la adaptación. Por ejemplo, los Caballeros de bronce ya no cargan las clásicas armaduras sobre sus espaldas y en su lugar llevan una suerte de medallón que las contiene. Objetable, pero entendible, sobre todo si tenemos en cuenta que el siglo 21 ha encomendado esa tarea a los empleados de Pedido Ya y Glovo. Siguiendo esa misma línea notamos que los combates apenas duran unos segundos y están atravesados por una clara calificación atp que excluye totalmente la presencia de sangre y escenas de fuerte violencia. El cierre esta dado por el cambio de sexo del personaje de Shun, ahora convertida en hermana de Ikki. El cambio es lo de menos, los rasgos son los mismos: sigue dependiente y se rehúsa a entablar una pelea. Sin embargo, y esto va más allá del género, es quizás el personaje menos desarrollado. Una lástima.
El argumento si bien mantiene sus raíces, esto es el grupo de jóvenes con el deber de proteger a Athena, tiene algunos cambios que es bueno resaltar. Los jóvenes y futuros caballeros ya no fueron criados en un Orfanato por Mitsumasa Kido (abuelo de Saori) sino que fueron, entendemos, reclutados al comenzar a evidenciar muestras de ser poseedores del cosmos. El mismo ya no está presente en todos los humanos sino que funciona asemejándose al poder de los jedis: sos o no poseedor de la fuerza. Hay un marcado protagonismo del personaje de Seiya, que si bien se sobreentiende, en esta adaptación opaca cualquier intención de brindar rodaje al resto de los personajes.
El mayor cambio está dado en los móviles que justifican la intención de asesinar a Saori. En Knights Of The Zodiac el renacimiento de Athena no se da para salvar a todo el mundo sino para acabar con el mismo. De acuerdo a una profecía su llegada destruirá a la humanidad ya que de alguna forma está destinada a perder todas las guerras a las que se enfrente. Es como la selección argentina de futbol! De allí se alimentan las intenciones del santuario para acabar con ella. Un giro, por lo menos, interesante.
El arco principal esta dado por el torneo Galáctico donde se enfrentaran el resto de los caballeros de bronce, que vaya uno a saber de donde salieron (es en este punto en el que uno extraña que hayan compartido su infancia en el orfanato). El mismo se da en las sombras (a diferencia del manga y serie original donde era transmitido para todo el mundo por tv) como algo prohibido ofreciendo como premio la ansiada armadura de sagitario. Es aquí cuando comienza a tener peso Vander Graad, un nuevo villano, totalmente inventado que intentará hacerse con la armadura y eliminar a todos los caballeros que se le presenten. Vander Graad es un viejo conocido de Mitsumasa Kido (lo acompañaba al momento de encontrar a Aioros agonizante) con una gran tecnología y armamento a su disposición. Su intención es acabar con los dioses y los caballeros para hacerse cargo de la protección de la humanidad…o algo así. De hecho los Caballeros Negros son una suerte de experimento suyo y servirán a las órdenes de un Ikki perfilado para ser el personaje a vencer en este arco.
Cambios más, cambios menos hasta el capitulo 3 nos encontramos con una adaptación carente de alma, olvidable y floja. Una serie del montón, fallida en su intento de renovación. Suele pasar, hay una cola numerosa de series con los mismos problemas.
Sin embargo vienen peores cosas.
La segunda mitad de la serie acaba con cualquier vestigio de piedad que uno a esta altura podría tenerle al animar la épica pelea entre Shiryu y Seiya. El que debió ser uno de los puntos fuertes y emotivos pasa sin pena ni gloria, rozando lo absurdo. Un capitulo frío, apurado y vacío de contenido. No hay fanático que no tenga grabada a fuego esta pelea, siendo quizás la primera prueba de que la amistad y el compañerismo serian uno de los puntos fuertes en el transcurso de la serie. No, no nos contradecimos y volvemos a afirmar que la serie no es para los fanáticos, pero nos preguntamos ¿cuán ciego pueden ser los productores/animadores/guionistas para no darse cuenta de que es una escena clave para la construcción?
De allí en más es imposible no caerse a pedazos. Knights of the zodiac es una serie sin cimientos, sin razón de ser, una serie que acentúa con sus pasos cada una de sus flaquezas.
La animación CGI si bien no es el desastre que muchos auguraban tras el estreno del primer tráiler, sigue la misma línea de mediocridad que venimos mencionando. Por supuesto que no hay mucho contenido importante que animar pero es hasta lastimoso ver cómo han usado en numerosas escenas las mismas secuencias de ataque (es cierto que también ocurría en la original).
En el diseño como punto a favor podemos mencionar la elección de las armaduras vistas en la Saga de Poseidón.
El apartado musical también podemos ubicarlo en el debe. Más allá de que no hayan recuperado ninguno de los hermosos arreglos originales, los mismos tampoco fueron reemplazados. No hay música presente que prepare el terreno para la acción. Es lo mismo si enfrente esta Ikki como el personaje más temible o los soldados sin rostros, o tanques y aviones con los que se enfrentan.
Frente a este abandono, es imposible tener empatía con los personajes y menos aún creer que los mismos puedan tenerla entre sí.
El doblaje mantiene apenas algunos participantes del cast original como Shiryu, Ikki y Athena (Ricardo Mendoza, Marcos Patiño y María Fernanda Morales) y suma a Darío Yazbek Bernal para hacerse cargo de Seiya tras el fallecimiento del actor de doblaje Jesus Barrero.
Muchas críticas han recaído en el trabajo de Yazbek como Seiya. Su trabajo no es bueno, pero también es cierto que no es fácil reemplazar la voz icónica de Barrero. Es su primer trabajo como actor de doblaje y la responsabilidad, creo, debería recaer sobre el estudio.
Con todo este panorama resulta cuanto menos demasiado optimista pensar en que una segunda tanda traerá consigo la solución a algunos de estos puntos negativos. Sobre todo teniendo en cuenta que los mismos poco dependen de las mejoras técnicas sino de la ausencia total de espíritu. No hay cosmos posible en esta nueva versión de Saint Seiya.
