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#XMen: repaso de las películas del universo mutante – Primera parte

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#XMen: repaso de las películas del universo mutante – Primera parte

Con motivo del pasado estreno de X-Men Dark Phoenix, que marco el fin de la extensa saga cinematográfica en la 20Th Century Fox, optamos por emprender el repaso de los 12 films que la componen.

La política expansiva de Marvel Comics durante fines de los ochenta y la primera mitad de la década del noventa, privilegiando cantidad por sobre calidad, hizo que la empresa quede muy cerca de la bancarrota. Logró sortear esta situación debido al éxito de taquilla que significó X-Men (2000), con los derechos que había vendido a la 20Th Century Fox, años antes.

Después del fiasco de Batman y Robin (1997), apostar a un blockbuster protagonizado por superhéroes no era un negocio seguro para los productores en Hollywood, pero los mutantes llegaron para cambiar eso definitivamente. Dos filmes completaron la trilogía original, a la que se agregó la primera cinta dedicada al hombre X canadiense, bajo el título genérico X-Men Origin, que iba a utilizarse para una película centrada en la vida de Magneto, luego desestimada. Es que X-Men The Last Stand y XMO: Wolverine no funcionaron como se esperaba, obligando al estudio a un serio replanteo sobre el futuro de la franquicia.

X-Men (2000) – Bryan Singer

‘Confía en unos pocos, teme al resto’, rezaba el slogan publicitario del film que inauguró la franquicia mutante, dirigido por Bryan Singer, sobre un guión atribuido a Christopher McQuarrie. El matrimonio Donner se hizo cargo de la producción, que contó con un magro presupuesto, apenas 75 millones de dólares, lo cual obligó a que la apuesta pase más por la presentación de los personajes portadores del gen X y sus diferentes conflictos, tanto entre sí como con la humanidad, en lugar de enfocarse en forzados combates, plenos de efectos especiales con diálogos acartonados. Así y todo, hay que destacar algunos logrados escenarios, con la mansión Xavier y Cerebro a la cabeza. Desarrollo lineal, principio, nudo y desenlace, para una trama sin fisuras. Al margen de los minutos en pantalla que obtuvo cada rol, sea éste protagónico o secundario, el compromiso para con el trabajo de todo el elenco es innegable.

Ya desde el prólogo, ambientado en Polonia hacia 1944, que muestra la primera manifestación de los poderes de un joven Erik Lehnsherr, futuro amo del magnetismo, queda perfectamente claro que la cosa va en serio. En el presente propuesto, serán una también adolescente Rogue y un algo mayor Wolverine, los personajes que se disputarán ambos bandos en pugna, los X-Men de Charles Xavier y la Brotherhood Of Mutants, de Magneto. Con New York como epicentro, y la opinión pública conmocionada por el ‘peligro’ que representa el Homo Superior, más el constante fogoneo mediático del nefasto senador Kelly, promotor del Acta de Registro Mutante; dos formas de entender la coexistencia entre las razas se verán irremediablemente enfrentadas, precipitando los sucesos hasta un logrado final con mucho simbolismo, que homenajea el espíritu mismo del cómic. Sólida base para todo lo que vendría.

Txt: Mariano Sicart.

X2: X-Men United (2003) – Bryan Singer

“Segundas partes nunca fueron buenas”. Ese axioma tan repetido nunca pudo haber estado más errado. Tras el éxito de la primera entrega, tan solo tres años después, el cast completo vuelve a la carga, otra vez de la mano de Singer, redoblando la apuesta.

En el equipo de los “buenos” se suman Nightcrawler y Beast (que junto a Raven fueron un gran dolor de cabeza azul para los maquilladores). Y por el otro lado, además de Mystique, Magneto suma a sus filas a Pyro.

Pero el verdadero villano a enfrentar era otro: William Stryker, quien -ayudado por Lady Deathstrike y una prosa digna de Glorious Godfrey- intentaría acabar con la amenaza mutante, sin distinción de bandos.

La película tiene la mejor secuencia inicial de toda la saga, con una incursión del Rondador que enloquece a toda la Casa Blanca. Si a esto le sumamos los cameos de otros mutantes (como Colossus, Siryn y Shadowcat), más escenas con Cerebro, acción al palo y un brutal enfrentamiento final de Wolverine con Yuriko, tenemos un film sólido, con muchos puntos fuertes, que supera ampliamente a su antecesor.

El guión reinterpreta el plot de “God Loves, Man Kills”, una historia que Chris Claremont realizó en 1982 para la extinta línea de novelas gráficas que Marvel publicaba en formato de lujo.

Recuerdo que la imagen final me hizo saltar de la butaca por la emoción, anticipando el regreso de Jean Grey para la (decepcionante) Batalla Final.

“United” es una muy buena experiencia, un gran episodio que demuestra la grandeza de Jean Grey, que deja cuerpo y alma en el lago Alkali.

Nuff’ said!

Txt: Roberto Rubiano.

X- Men III ” La batalla final” (2006) – Brett Ratner

‘X-Men III La batalla final” llego apenas tres años después de la primera secuela. A esta altura la franquicia de los Xmen era por demás rentable, extendiéndose incluso a una excelente serie de animación que duro unas 4 temporadas (Xmen Evolutions)

En esta oportunidad el binomio FOX- Singer se rompió para que, irónicamente, ninguno de los dos corriera demasiada suerte por separado. El hasta ese momento invicto Singer sufrió una dura derrota al hacerse cargo de la poco agraciada Superman Regresa al tiempo que FOX con el cierre de su trilogía original parecía convencer a muy pocos.

Las riendas fueron tomadas por el director Brett Ratner conocido por ese entonces por su incursión en comedias de acción como la saga Rush Hour. Aquí, si bien es un director de oficio, parece no encontrarle la vuelta a un guión en el que pasan demasiadas cosas, todas ellas sin peso alguno.

Hay un interesante conflicto en torno a la posibilidad de una cura para el gen x, que en resumidas cuentas sobrevuela la idea de poder abandonar lo que realmente eres. Interesante, sobre todo al presentarnos a Kelsey Grammer, diplomático a la perfección, como Bestia.  Lo cierto es que todo eso se pierde no solo con la cantidad de personajes nuevos que aparecen y se van (tal el caso de Angel, Juggernaut o “Kitty” Pryde) sino con el que debió ser el mayor arco de peso de la película: el de la saga Fenix oscuro. Uno de los mayores acontecimientos en la historia de los Xmen pasa sin pena ni gloria. Quizás en ese 2006 aún no estábamos preparados para los héroes no tan héroes. Mucho condimento en menos de 100 minutos, gusto a poco. Pulgar abajo.

Txt: Cristian Oliva.

X-Men Origins: Wolverine (2009) – Gavin Hood

Me encuentro con X-Men Origins: Wolverine (Hood, 2009) desde afuera. Desconozco el Universo Marvel casi en su totalidad y es muy probable que cualquiera que sepa sobre cómics me despedace como una hiena a un ingenuo cervatillo. Imágenes de Nat Geo aparte, aquí vamos.

De entrada nos encontramos con una escena familiar que marca el camino de lo que veremos en los próximos 107 minutos que un bien intencionado pero no siempre efectivo Hood llevará a los tumbos: un Jimmy-Edipo mata sin saberlo a su propio padre a partir de un ataque de ira y, tras el crimen, debe escapar hacia el bosque dejando atrás la otrora calidez del hogar, es una carrera como la del Salvaje del Aveyron pero a la inversa. ¿Hace falta algo más para que el espectador se quede? Sí: guerra. Perdón: guerras norteamericanas, en las que tanto Jimmy como Victor nos mostrarán no sólo su temerario arrojo sino también el hecho nada menor de que son inmortales. Secesión, Verdún, Normandía y My Lai: suficiente para llamar la atención del gobierno y ser asignados a una tropa de élite que se encargará de operaciones especiales del ejército, reeditando una vez (y van?) el viejo sueño cultural-político-ideológico-militar-económico-tecnológico-etc del Universal Soldier.

A esta introducción de los personajes le sigue una avalancha de lugares comunes que harán las delicias de la teleplatea: un recurso natural que posee un país del tercer mundo y que debe ser extraído a cualquier precio por el gobierno norteamericano; el soldado que decide desertar por un conflcito moral; el héroe de guerra que se une a la working class y se incorpora al sistema y vive una vida idílica junto a su bella compañera en una cabaña alejada del mundanal ruido.

Jimmy Logan será devuelto a donde pertenece a partir de una rebuscada maniobra donde descubrirá que fue objeto de un pérfido engaño de parte del gobierno, que usó a su novia (en un cherchez la femme misógino que no pierde vigencia) para que nuestro protagonista volviera del retiro (¿alguien gritó cliché!?). Sigue un experimento exitoso con final fallido. Jimmy-Frankenstein huye del laboratorio y se refugia en la bucólica granja de un matrimonio de ancianos que no duda en adoptarlo como el perfecto sustituto de un hijo ausente (no sabemos por qué ni queremos preguntar a esta altura). Pero el gobierno está tras sus pasos y en una escena puro Vietnam, un helicóptero Cobra intenta derribar desde el aire a un enemigo escurridizo que se adentra en el bosque para esquivar la pesadísima artillería aérea. Las Vegas, cabos sueltos y más engaños. El director ya ha perdido las riendas del film y a esta altura la inercia narrativa nos lleva sin esfuerzo a los lugares comunes del epílogo; recriminaciones, reencuentros, liberación extática, batalla final y puerta abierta para que esto siga. Pero ya no en manos de Hood.

Txt: Diego Sep.

 

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