Lovesick: How I get Chlamydia

Scrotall Recall era una serie inglesa, que comenzó a emitirse por Channel 4 en octubre de 2014. En 2015, Netflix adquirió los derechos, cambió su nombre por el de Lovesick (menos guarro y más acorde al espíritu del show) y produjo una segunda temporada que se estrenó el 17 de noviembre de 2016. A continuación, dedicaremos unas cuantas líneas a contarles de qué va.

LAS COMPARACIONES SIEMPRE SON… INEVITABLES

Esta comedia trata sobre Ted Dylan (Johnny Flynn) un arquitecto paisajista que, al enterarse de que tiene clamidia, debe llamar a sus compañeras de cama de los últimos años para informarles que podrían estar infectadas con esta enfermedad de transmisión sexual. El hecho de contarles la historia a sus hijos recorrido por su vida amorosa les da a los guionistas la excusa para narrar mediante flashbacks y saltos en el tiempo las desventuras de este joven enamoradizo, que cree encontrar en cada nueva conquista a la mujer de sus sueños. Completan el quinteto trío protagónico su mejor amiga Robin Evie (Antonia Thomas), de la cual está en realidad enamorado (y es/no es correspondido) y su mejor amigo Barney Luke (Daniel Ings), un mujeriego incapaz de sostener una relación estable desde que una mujer le rompió el corazón.

Por si el título y el irónico párrafo anterior no fueron lo suficientemente claros, tengo que decirles que son sorprendentes las similitudes entre esta serie y la norteamericana How I meet your mother. El protagonista sensible que tiene un ir y venir sentimental con su mejor amiga, el amigo que se vuelve mujeriego a partir de un desengaño amoroso y los saltos temporales, implementando con una razón distinta más o menos los mismos recursos. En cuanto noté tantos parecidos, me resultó muy difícil hallarle a Lovesick una identidad propia. Sin embargo…

¿QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO?

…se trata de una serie entretenida, que tiene la dosis justa de «humor inglés» (aún en la segunda temporada, que está en manos de Netflix) como para que los fans de las comedias británicas no perdamos el interés. Los personajes principales, sin ser nada que no hayamos visto antes, sostienen la trama y la galería de secundarios (principalmente las diversas parejas de los protagonistas) aportan la variedad necesaria. En la segunda temporada Angus (Joshua McGuire) que había tenido apariciones esporádicas en la primera parte, se integra al elenco estable convirtiéndose en una nueva fuente de gags humorísticos. El recurso de los saltos temporales no está tan aprovechado como en HIMYM, pero la serie norteamericana tampoco explotaba todo su potencial en las primeras temporadas.

Estructuralmente, hasta el momento consta de 14 episodios de unos 25 minutos divididos en una temporada de 6 y otra de 8. Ambas temporadas tienen a Tom Edgecomo guionista, pero la segunda aporta datos que ayudan a contextualizar mejor a los protagonistas; cosas básicas como de qué trabaja Dylan o cuáles son los apellidos de los personajes. No hay confirmación de una tercera entrega, pero es muy probable que la tengamos.

En resumen, una vez que uno se sacude la molesta sensación de estar viendo nuevamente HIMYM, me parece una serie entretenida. Pero como siempre me gusta decir: no se queden con mi opinión, vean la serie y den la suya propia.