Reseña de Reflejo, de Santullo y Jok

Reflejo me interesó por su estupenda portada y su premisa, que me atrapó al instante.

Enseguida recordé (esto no viene al caso, pero en verdad sí viene al caso) una lectura que hiciera ya hace unos años, de un cómic de Image titulado ¿Quién es Jake Ellis?. En éste, el protagonista tiene un compañero mental -una suerte de ángel de la guarda pelado y solemne, que sólo él puede ver- que le avisa de los peligros y lo ayuda a zafar de todo tipo de calamidades, en un thriller parapsicológico bastante original. Y debo confesar que me encantan las narraciones de ese tipo, que insertan claves paranormales o esotéricas sin rendir cuentas ni buscando necesariamente explicaciones plausibles.

Pero en esta historia, su guionista Rodolfo Santullo sí lo hace, y es ahí donde pierde (siempre a gusto de quien firma estas líneas) la oportunidad de que algo totalmente rompedor termine siendo una buena historia y nada más.

Lorena Baffo pasa por una desconcertante crisis: sueña que concreta asesinatos que luego se dan en la vida real. Como ella es policía, debe buscar al responsable que, en sus pesadillas, es ella misma. El hecho de que sean premonitorios -es decir, que primero los sueñe y después se cumplan- no hace más que formar un círculo tenebroso y excitante, que en las primeras páginas forjan un gancho irresistible al lector. A todo esto hay que agregarle un filántropo millonario metido hasta el cuello en asuntos turbios, corrupción, policías con el orgullo herido y un ropaje de ciencia ficción que adorna pero no aporta. (¿Será porque es un género caro a mis sentimientos, del que espero bastante más que una mera escenografía?)

Decíamos, Santullo te explica prolijamente cada misterio. Y desde ya que no está mal pero achata un poco el argumento, y lo lleva al terreno del convencionalismo. Como sabemos, esta historia se fue publicando semanalmente en el e-zine de Locorabia, lo cual puede explicar (o no) el porqué de su estructura.

¿Y qué decir del gran Jok? Por lo pronto, que se supera a sí mismo. Muchas fueron las veces en que remarqué mi fervor por su trabajo, pero en la reseña de Knightmare afirmé lo que se rumorea en las tertulias: en blanco y negro su trabajo se pierde un poco, y las viñetas pequeñas hay que descifrarlas con paciencia de arqueólogo. Aquí está más prolijo, hay más espacios negros y menos rayitas, y su narrativa gana muchísima fluidez. Dibujo de portada y contratapa: espectaculares y para poner en un cuadro.

En definitiva, no está nada mal pero podría estar mejor. Santullo te apunta a la cabeza y te tira a los huevos: es la mejor metáfora que se me ocurre para resumirte Reflejo, y también un buen titulo para la reseña, ¿o no?