GRACE AND FRANKIE: DOS TIPAS AUDACES

Grace Hanson (Jane Fonda) y Frankie Bergstein (Lily Tomlin) son dos setentonas con la vida resuelta. No se puede decir que sean amigas, se conocen porque sus esposos son abogados de divorcio de San Diego y comparten un bufete. La verdad es que ambas mujeres no se caen muy bien. Pero sus vidas se pondrán de cabeza cuando Robert Hanson (Martin Sheen) y Sol Bergstein (Sam Waterston) les anuncien que pondrán fin a cuarenta años de matrimonio. Los dos socios llevan 20 años ocultando su homosexualidad y han elegido este momento para salir del armario, dejar a sus mujeres y casarse. Todo en los primeros diez minutos del episodio piloto ¿Qué tal?

Grace & Frankie es una serie original de Netflix que vio la luz el 8 de mayo de 2015. A fines de ese mismo mes se anunció la segunda temporada, que comenzó el 6 de mayo de 2016 y el 10 de diciembre de 2015 se confirmó una tercera, que podremos ver en 2017. La trama gira en torno a las vidas de estas dos damas de la tercera edad que se ven obligadas a compartir techo, porque la única propiedad de que disponen hasta que se resuelvan los temas legales de la separación es una casa en la playa que pertenecía a ambos matrimonios.

Se trata de una comedia de «parejas desparejas» al uso. Las dos mujeres tienen personalidades opuestas: Grace es una empresaria retirada de la industria cosmética, bastante snob y con un problema no reconocido de alcoholismo; Frankie es una pintora hippie… si alguna vez vieron Dharma & Greg, imagínense el personaje de Jenna Elfman, pero anciana. A pesar de sus diferencias, por supuesto ambas se resignarán a estar juntas y terminarán por volverse grandes amigas.

Completan el elenco principal las hijas de Grace y Robert, Mallory (Brooklyn Decker) y Brianna (June Diane Raphael); y los hijos adoptivos de Frankie y Sol, Coyote (Ethan Embry) y Nwabudike «Bud» Bergstein (Baron Vaughn). Hablando del elenco, hay que decir que las actuaciones son muy buenas, tanto en los papeles principales como en los secundarios.

El guion saca buen provecho de las diferencias de personalidad entre las protagonistas y sobre todo de las excentricidades de Frankie, garantizando la sonrisa del espectador. Pero los momentos dramáticos no están tan logrados y a la hora de enfrentar temas espinosos se lo hace siempre por encima, sin profundizar. Por ejemplo, cuando Bud protesta por la forma en la que su hermano, las hijas de Robert y él mismo están reaccionando ante la nueva vida de sus respectivos padres, apoyándolos a ellos como si no hubieran traicionado a sus madres: «si en vez de ser gays hubieran engañado a nuestras madres con otras mujeres, ¿nos comportaríamos igual?», una pregunta con mucha tela para cortar, que es dejada casi inmediatamente de lado. Lo mismo ocurre cuando se trata la discriminación a las parejas homosexuales, las preocupaciones medioambientalistas, las adicciones o la eutanasia. Claro que la principal obligación de una comedia es hacernos reír, no necesariamente reflexionar, pero personalmente agradecería algo más de compromiso.

Hecha esta salvedad, Grace & Frankie es una propuesta recomendable, aunque mas no sea para ver a dos «duros» como Sheen (Apocalypse Now, The west wing, The Departed) y Waterston (Law & Order) actuando sus papeles, y arrancándonos sonrisas sin necesidad de recurrir a amaneramientos baratos. Sin duda, una buena serie para pasar el rato.