SEPTIMA DIMENSIÓN
Una dulce Mentira – Eternal Sunshine of the Spotless Mind
There is something I wanted to tell you,
It’s so funny you’ll kill yourself laughing
But then I, I look around,
And I remember that I am alone,
Alone.
For evermore
Morrisey
-¿Le gustan las citas howard?
-No se a que se refiere-
-A las citas famosas, por ejemplo. Algunas son realmente inspiradoras. ¿Quiere que le cite alguna?
Este fragmento de dialogo pertenece a la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Estados Unidos, 2004)en donde en una de sus subs-tramas, Mary (Kirsten Dunst) pretende cortejar al Dr. Howard Mierzwiak (Tom Wilkinson) quien es la cabeza de una empresa que se dedica a borrar recuerdos.
Hay otra cita que me gusta. Es de Alexander Pope y dice: “Cuan feliz es el destino de las vírgenes vestales, pues olvidan al mundo y el mundo las olvida a ellas, brillo eterno de la mente inmaculada, cada oración aceptada y cada deseo renunciado”
Esa es la cita que da nombre a la película. Ahora me pregunto. ¿Quienes eran las vírgenes vestales? Busco en google. Y descubro info. Sobre estas vírgenes.
Eran sacerdotisas públicas de la antigua Roma. Eran seis vírgenes de gran hermosura. Una de sus mayores responsabilidades era mantener encendido el fuego sagrado del templo de Vesta, situado en el Foro romano. Estaban tocadas con un velo en la cabeza y portaban una lámpara encendida entre sus manos. El servicio como vestal duraba treinta años, diez de los cuales estaban dedicados al aprendizaje, diez al servicio propiamente dicho y diez a la instrucción. Transcurridos estos años podían casarse si querían, aunque casi siempre lo que ocurría es que las vestales retiradas decidían permanecer célibes en el templo ((http://es.wikipedia.org/wiki/Vestales))
Permanecer. Eso es lo que estas vírgenes hacían. –Según los escritos de época-¿Moverse es mejor que permanecer? La pregunta no es original. Las conclusiones seguramente tampoco. Lo que es interesante es pensar porque estas vírgenes decidían renunciar al mundo y permanecer en ese templo. Olvidadas. Eso es lo que plantea Pope en su poema y lo que plantea la película quizás. Borrar del mapa de la memoria los rastros de algo que fue o significo algo para alguien. Ser parte del olvido, forzarse a ser olvido. Forzarnos a ser olvidados.
(The Eraser)
The more you try to erase me
The more, the more
The more that I appear
Oh the more, the more
The more you try the eraser
The more, the more
The more that you appear
Thom Yorke
Dejar de ser parte. Pasar a al olvido. Guardarnos. Resguardarnos en la insignificancia. Pasar a cuarteles de invierno. Ser parte del olvido. Borrarnos. Ser borrados. Esa es la hipótesis del film. ¿Que pasaría si existiese una empresa que se dedicase a borrar de nuestra memoria aquellos recuerdos que no queremos recordar mas? Es surrealista. Pero no deja de causar simpatía. Una empresa que borre los recuerdos de la memoria de alguien. Fabuloso. Para aquellos que sufrimos o padecemos los caprichos del des-amor ¿seria una solución?
Joel Barish (Jim Carrey) protagonista del film comienza reflexionando sobre el día de San Valentín, y dice: “celebración inventada por los fabricantes de tarjetas de felicitación, para que la gente se sienta hecha polvo” Joel es un tipo solitario. No sabe como acercarse al mundo. Debido a que su mundo esta reducido a lo que escribe. Todo lo que le pasa no lo exterioriza, sino que lo interioriza y lo escribe en su diario personal. El siente que no tiene nada importante que decir, porque lo importe esta escrito en su diario. Su vida tiene registro en tanto quede fichado en el bendito diario.
Francisco Umbral, periodista y escritor de delicada prosa, en su libro La belleza convulsa en una de sus crónicas diarias dice: “hoy he practicado un pulcro suicidio literario. He concebido una brillante idea para un articulo, la he desarrollado un poco en la cabeza, he sacado mi maquina roja de la funda, como quien saca una espada, y mediante la tecla correspondiente, he dejado la cinta en blanco, donde no marca nada (…) he terminado y firmado el articulo con la satisfacción que no haya quedado nada escrito (…) nunca había practicado esta forma de suicidio literario (…) he escrito sobre el agua o sobre la arena –como cristo con el dedo, en arameo- una prosa que no se ha borrado porque ni siquiera se ha grabado. Dicen los teóricos que la música es un arte que se desarrolla en el tiempo y que el tiempo se la lleva. ¿Cómo saber del violín de Paganini y su palabra convulsa? La escritura seria mucho mas virgen si también se la llevase el tiempo. Así quiso Sócrates la suya, pero Platón la fijo para siempre, traicionándole. La mayor fidelidad es la mayor traición” ((Francisco Umbral. La belleza Convulsa. Seix Barral. España. 1985))
¿Olvidar o recordar? Quizás esa sea la cuestión. Mucho se ha escrito sobre estas posiciones. Apelo a algunos ejemplos: “Ni olvido ni perdón” gritan los corazones calientes de los pibes de H.I.J.O.S, marcha tras marcha en busca de su identidad robada, y bajo una clara consigna que esta asentada, sustancialmente en no olvidar.
Alejandro Dolina, por su parte, en sus Crónicas del Ángel Gris, antes de adentrarse en sus relatos, advierte algunas cuestiones sobre los libros y la escritura diciendo que “en la antigüedad clásica un libro era la abolición parcial de una ausencia o una precaución contra el olvido”
En uno de sus relatos llamado El recuerdo y el olvido en el barrio de flores habla de una organización llamada los Amigos del olvido quienes propugnan la abolición del recuerdo, según dicen porque duele.
“Todo recuerdo es triste” declaran estos caballeros.
Lo peor de estos impíos es su aire de inocencia, hijo del olvido de sus culpas. Sus semblantes sonrientes despiertan la simpatía de todos y cada día, docenas de socios nuevos se inscriben en la sede de la calle Rojas. El grupo se organiza en subcomisiones que se encargan a su turno de olvidar ciertas porciones del universo.
Los Hombres Sensibles odian la muerte y sospechan que lo que se olvida, se muere ((Alejandro Dolina. Crónicas del Ángel Gris. Editorial Colihue. 1996.))
Como epilogo de un final esperado Joel Barish (Jim Carrey) corre desesperadamente tras los pasos de sus recuerdos. Tratando de evitar que sean borrados y así, evitar morir -como bien señalan los hombres sensibles del barrio de flores-. Clementine Kruczynski (Kate Winslet) su adorada y olvidada novia, lo ayuda y lo guía. Y como parte de la estrategia para evitar que la borren por completo de sus recuerdos, inventa. Miente. Crea un falso comienzo. Aquí se ve como la invención, funciona como estrategia ante esa temible muerte que supone el olvido.
En este caso para salvar del olvido a su relación, tuvieron que apelar a una mentira. Fue ella quien los salvo de la muerte. Quizás la mentira no siempre sea amarga.