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Rised by wolves: la maternidad tiene cara de hereje

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Rised by wolves: la maternidad tiene cara de hereje

HBO Max se une a la cada vez mas abarrotada selección de plataformas de streaming y el Doc te adelanta cual es la primera serie que tenés que ver cuando te suscribas.

Ridley Scott ha construido casi sin querer un universo propio. Todo comenzó cuando los fans dijeron que había elementos comunes entre dos de sus películas de ciencia ficción más reconocidas: Alien (1979) y Blade Runner (1982). Algunos detalles, no intencionales en un principio, indicarían que el personaje de Ash (Ian Holm) en la primera es la evolución de los replicantes perseguidos por Rick Deckard (Harrison Ford) en la segunda. Al director le gustó la idea y desde entonces se ha ocupado de sembrar pistas para demostrar que todas sus obras del género transcurren en un mismo universo narrativo.

Una de las últimas pinceladas a este gran fresco es una serie creada por Aaron Guzikowski, Criado por lobos (Rised by wolves, 2020 – ) que se estrenó a fines del año pasado y gracias al advenimiento de la plataforma HBO Max hoy está a disposición del público sin necesidad de tener cable o acudir a métodos non sanctos.

PERROS VIEJOS, TRUCOS NUEVOS

El primer gran logro de la serie es abordar de manera muy original un tema que es todo un cliché en el género. En un impreciso momento del futuro, una guerra global acaba con nuestro planeta, obligando a los escasos supervivientes a buscar refugio en un planeta lejano: Kepler-22b. El toque de originalidad es que el apocalipsis haya sido producto de una guerra religiosa y mas aun cuando nos enteramos de que los bandos enfrentados no son cristianos, musulmanes ni ninguna otra religión que podamos identificar como actual, sino Ateos… y Mitraicos. Si, un oscuro culto probablemente de origen persa, que fuera popular entre los legionarios en los bordes del Imperio Romano y del cual poco más que eso se sabe (ya que mantenían sus costumbres en secreto) emerge de las profundidades del tiempo para dominar el mundo gracias a su tecnología superior. Su oposición la compone la Resistencia Atea, que utiliza los métodos de la guerrilla moderna al estilo yihadista, incluyendo el entrenamiento de niños soldados e incluso… niños bomba.

El primer episodio nos presenta a los androides Madre (Amanda Collin) y Padre (Abubakar Salim) que llegan a Kepler-22b en una nave atea con un grupo de embriones fertilizados y la misión de criarlos para que la Humanidad tenga una segunda oportunidad en el nuevo planeta. Pero 12 años mas tarde, uno solo de los niños ha sobrevivido: Campion (Winta McGrath). Y todo empeora con la llegada de la nave mitraica Heaven, que lleva todo ese tiempo viajando con sus colonos en estado de hibernación.

El segundo gran logro de la serie es que, aunque utiliza la técnica del flashback para mostrarnos escenas de la vida en la Tierra durante la guerra, la información sobre el universo ficticio en el que se desarrolla se nos brinda con cuentagotas a través de diálogos entre los personajes… y estoy hablando de algunas pocas frases, datos fragmentarios, pistas apenas para resolver el intrigante rompecabezas que constituye la trama.

El tercer gran logro de la serie es precisamente, la trama. Una historia sólida y bien contada, con un subtexto que abarca temas como la religión, la espiritualidad, la fe, el mesianismo, la maternidad y el sentido de lo humano. También abarca múltiples géneros, derivando paulatina pero firmemente desde la ciencia ficción hacia el horror gótico. Elementos propios de este género, como apariciones, íncubos y hasta cierto remedo de vampirismo van cobrando peso a medida que la historia avanza. Estos elementos, al igual que la naturaleza de los robots humanoides protagonistas, nos devuelven a sus similitudes con Alien.

Y hablando de los androides, el cuarto gran logro es haber fichado a Amanda Collin. El reparto en general es muy bueno, no tengo quejas con respecto a las actuaciones ni de principales ni de secundarios, pero sin duda quien encarna el personaje de Madre es por lejos lo mejor de la serie. Verla es recibir una auténtica lección sobre expresión corporal, gestualidad y lenguaje no verbal. Chapó para la danesa.

FORMA Y FIGURA

Esta primera temporada se compone de diez episodios de entre cuarenta y cincuenta y cinco minutos cada uno, dos de los cuales (los primeros) fueron dirigidos por Ridley Scott mientras que en otros tres la responsabilidad recayó sobre su hijo Luke. Entre estos últimos se cuenta el final de temporada, que lleva el sugestivo título de The Beginning (El comienzo). Por supuesto que el episodio hace honor a su título, sorprendiéndonos con un final que tiene muchos mas interrogantes que revelaciones y anuncia a gritos una segunda temporada, la cual comenzó su rodaje en marzo de este año.

El planeta en el transcurren los hechos, así como todo el universo ficticio, cuyos contornos apenas si podemos vislumbrar, sin duda merecen una exploración a fondo. La forma fragmentaria en que se nos van dando datos no hace sino incentivar el interés del espectador. Scott no es precisamente un novato, así que no tengo motivos para creer que no sabrá capitalizar tantas expectativas. Espero ansioso la siguiente temporada.

 

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