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Dúo Asombroso: El Spiderman de Stan Lee y Steve Ditko (1962-1966)

Cómics

Dúo Asombroso: El Spiderman de Stan Lee y Steve Ditko (1962-1966)

El bueno de Manuel Garcia Muro realiza un paseo por los principales temas desarrollados en los 38 números de #TheAmazingSpiderman donde #StanLee y #SteveDitko sentaron las bases de la historia del personaje.

Leer Spiderman es muy difícil. No porque te cansas de leerlo, o porque es un personaje más del montón, el problema es que, por muchos años, el arácnido no dejo de brillar y tener autores que supieron plasmar su versión del personaje, sin empañar la anterior, dejando muy alta la vara para la siguiente. No voy a contar aquí la historia de cómo se creó Spiderman, quizás eso quede para otra oportunidad, sino que voy a hablar de cómo se desarrollo la breve etapa en donde los creadores pudieron cimentar la base del personaje, base que pudo mantener su esencia durante muchos años.

Todo empezó, irónicamente, con un último número, el de la revista Amazing Fantasy, en donde el personaje aparece por primera vez. La portada icónica fue realizada por Jack Kirby por el poco gancho que tenía hasta ahí la figura de Steve Ditko dentro de Marvel. Vale decir que la inclusión del personaje en la despedida de esta revista fue por la poca confianza que el editor Martín Goodman le tenía al personaje.

El superhéroe traía varias novedades al medio. Para empezar, se trataba de un adolescente que no era ni sidekick, ni parte de un grupo, y que no tendría a nadie sirviéndole de guía por lo que aprendería de sus decisiones. Además era un nerd con dificultades para relacionarse con las personas de su entorno. Falta nombrar la tragedia, su punto de inflexión, que no le brinda los poderes, sino que le anticipará la responsabilidad que le otorgará tenerlos.

Tras lo narrado anteriormente, y lo que sabemos hoy, el arácnido fue todo un éxito. Las personas querían más, logrando la rápida llegada del primer número de The Amazing Spiderman (El Asombroso Spiderman). Este tuvo un detalle muy particular. Ante la todavía poca fe en el personaje se le pidió a Lee que incluyera a los 4 fantásticos en este debut por si el cabeza de red no podía bancar una revista por sí solo.

Red por red. Un repaso de los 38 números de The Amazing Spiderman

En vez de ir número por número, vamos a realizar un paseo por los principales temas desarrollados en estos 38 números, los que pusieron los cimientos a los temas que se desarrollaran por los siguientes años en la revista. Empecemos:

Problemas económicos e imagen pública:

La idea de hacer a Peter Parker, el alter-ego de Spiderman, un personaje con grandes problemas económicos, se traduce en la búsqueda de un trabajo, pero, su responsabilidad como héroe, también lo llevo al Daily Bugle y un trabajo freelance de fotógrafo. Aquí entra un personaje que, según ambos creadores, fue la representación del mismo Stan Lee, J. Johan Jameson.  Fue desarrollado por Ditko tras la idea de Lee de crear un villano sin poderes. Jameson odia a Spiderman, lo cual no sería un problema para nuestro amigable vecino, sino fuera el editor del periódico más vendido de Nueva York, logrando casi siempre una opinión negativa del arácnido. Esto lleva a Peter a mantener una relación bastante singular con la persona que más debe odiar a su alter-ego. Vende sus fotos por urgencia económica, pero dudando siempre en seguir haciéndolo ya que colaboraba con el deterioro de propia imagen.

Relaciones amorosas:

Liz Allen

Hasta el número 4, Liz Allen se convierte en el interés amoroso principal de Peter Parker. Ella busca, hasta la graduación ocurrida en el número 28, salir con él, pero se da cuenta que no tiene oportunidad por las diferencias entre ellos, y por las competidoras que cree tener para conquistar al protagonista.

Betty Brant

Esa alusión al número 4 nos lleva a la siguiente mujer en la vida del arácnido, Betty Brant, quién será el principal interés en esta etapa.  Es la secretaria del Daily Bugle, y el debate de Peter será el lógico, si le dirá la verdad a Betty sobre su identidad, o cederá porque no quiere arriesgarla al peligro de su doble vida. El interés con Betty empezaría, de alguna manera, en el número 9, cuando visita a la tía May en el hospital. Entre idas y venidas se introduce a Ned Leeds, otro reportero del Bugle, que integrará, junto a Betty y Peter, una especie de triangulo amoroso. Ned complica más la situación, que ya estaba pendiendo de un hilo por las escapadas sin justificación de Peter a las invitaciones de la secretaria, y el temor de ella ante el presunto interés de éste por Liz Allen. La relación entre Peter y Betty termina porque Betty confiesa que Ned le ha propuesto matrimonio y que quiere una vida normal y estable (esto ocurre en el número 30). En el número 35, Betty renuncia definitivamente al puesto en el periódico, yéndose, presuntamente, con Ned Leeds.

Gwen Stacy y Mary Jane Watson

No hay mucho para decir de ambas, solo que la primera es presentada en el n° 31, y tendrá muchísima relevancia en el futuro. Mary Jane, por otro lado, no es presentada en esta etapa, sino que es uno de los principales misterios de la misma, solo sabemos que su belleza deslumbra a varios de los personajes como Flash, Betty y Liz, pero ni nosotros, ni Peter, podemos confirmarlo. Fue nombrada por primera vez en el número 15, debutó en el 25, pero su rostro aparecerá más adelante.

La salud de Tía May

Este tema nos lleva a la mejor saga de esta etapa, y una de las mejores de este personaje: “La saga del Planeador Maestro” (n° 31-33). En esta historia, la tía de Peter sufre un desmayo, es internada en un hospital y, lo que empezó con las dudas del joven en transferir su sangre radioactiva a su tía en el número 10, se hace una supuesta certeza cuando los médicos le confirman que su pariente está muriendo por un material radiactivo encontrado en su sangre. Esto lleva a Peter a sentirse culpable, y decidir curarla a toda costa. Esta historia es el máximo de la colaboración de los creadores del cabeza de red, donde los diálogos de Lee y el argumento de Ditko, se combinaron perfectamente, sumado al gran aporte visual de éste último. Cómo agregado de color, esta es la historia favorita de Stan Lee, al menos de esta etapa, según el mismo, por el extraordinario trabajo de Steve Ditko.

La separación y el legado

Esta primera etapa de Spiderman es fundamental por sentar la base de lo que vendrá después. Primero, casi todos los villanos clásicos del arácnido aparecen en esta etapa (Dr Octopus, El Duende Verde, El Lagarto, Camaleón, Kraven, etc.), segundo, el origen del personaje, que se ha mantenido hasta el día de hoy inalterable, y, obviamente, personajes que aun hoy siguen siendo fundamentales en el universo arácnido. Resta decir del “realismo” de la historia, la cotidianeidad del hombre detrás de la máscara, los problemas que acarreaba ser un superhéroe, las responsabilidades, etc.

Hablemos ahora del problema entre Ditko y Lee. Para empezar, el primer, y fundamental problema fue el llamado Método Marvel, el cual consistía en que Stan Lee escribía un borrador breve, o una idea básica, de lo que iba a pasar en la historia y en base a esto, el dibujante de turno definía el aspecto visual de cada personaje y estiraba esta idea con argumentos propios hasta llegar a las 22 páginas. Ahí debía devolver el trabajo a Stan con un texto aclarando lo que ocurría en cada página para que éste terminara de escribir los diálogos y textos definitivos.  Esto derivo en que el dibujante tuviera cada vez más control sobre la trama, limitándose Stan Lee cada vez más solo a escribir los diálogos. No era algo menor, pero fue el detonante de las quejas de Ditko ya que era acreditado como argumentista de la serie. Stan con el crédito de “guionista” parecía ser la única persona que escribía la historia. Ditko se aferraba a la ideología “objetivista” (corriente filosófica que busca la defensa del “productor” que logra algo mediante su esfuerzo, contra los “saqueadores” que nunca lograron nada, pero se aprovechan de logros ajenos) para remarcar su crédito en el argumento (producto suyo) que era “saqueado” por Lee.

A partir del número 26, a causa de las primeras peleas, Ditko empieza a figurar como argumentista, pero esto no trajo paz. Lee y el dibujante dejaron de hablarse y el primero solo se comunicaba a través de intermediarios con el segundo, trayendo equívocos en algunos diálogos. Sumado a esto, Martin Goodman, dueño de Marvel, había prometido a los dibujantes que, cuando las series que tenían a cargo alcanzaran un éxito en ventas, se les aumentaría el sueldo, cosa que no ocurrió con Ditko.

El número 38 fue el último de Steve Ditko a cargo del personaje, renunciando luego de este, sin dibujar la portada (fíjense que es un recorte de viñetas).

El caso “Duende Verde/Norman Osborn”, que Ditko nunca aceptó,  fue más un hartazgo más que el problema fundamental de su partida. Quizás las teorías seguidas por el dibujante son para otra nota, pero simplemente se podría decir que el perfil del padre de Harry Osborn no coincidía, a modo de ver del co-creador, con el de un “villano”, y no hubiera visto con buenos ojos que su compañero se entrometa en el argumento para generar este giro argumental.

En próximas notas, contaré como siguió la historia del arácnido, con un nuevo dibujante, uno que nunca se sintió como “dibujante titular”, un tal John Romita.

 

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