Netflix en tu propio idioma (o casi) 7: Crematorio

BOB EL CONSTRUCTOR

El protagonista principal de Crematorio es Rubén Bertomeu (José Sancho), un acaudalado y muy respetado empresario inmobiliario. Al comenzar la historia, Rubén está intentando concretar el más grande de sus negocios: el complejo habitacional Costa azul, con un tamaño de 500 hectáreas y 3 kilómetros de costa. Pero todo comienza a complicarse cuando uno de sus testaferros, dueño de un crematorio, comete un error que pone al descubierto la punta de un ovillo de corrupción y negociados que tiene como principal protagonista a Rubén, pero involucra también a otras personas de pocas pulgas como Traian (Vlad Ivanov) un mafioso ruso para el que ha estado lavando dinero o la misma alcaldesa de Misent, una ciudad ficticia de la costa levantina.

En el plano familiar no le va mucho mejor. A su madre Teresa (Montserrat Carulla) casi nunca la ve, su hija Silvia (Alicia Borrachero) lo ama y lo detesta en niveles proporcionales y su nieta Miriam (Aura Garrido) es una adolescente díscola y complicada a la que ve como única oportunidad de establecer una relación familiar sana, aunque sus intentos de acercarse a ella pasen mas por satisfacer sus caprichos de adolescente que por otra clase de gestos más sustanciales. Su único otro ser querido es su bella novia, Mónica (Juana Acosta), una joven de 29 años a la que previsiblemente, el resto de la familia no acepta.

Completan el cuadro su amigo de toda la vida y ex mano derecha, Collado (Pep Tosar) y su actual mano derecha, Sarcós (Vicente Romero). El primero se convertirá en un problema por su agitada vida personal y el rencor que siente hacia su anterior jefe. El segundo es un perro fiel que hace el trabajo sucio de Rubén sin pestañear, pero también sin pensar, y eso será un problema más temprano que tarde.

POLVO AL POLVO, CENIZAS A LAS CENIZAS

La trama se desarrolla en el presente, pero con múltiples flashes que nos muestran diversos momentos de la vida de Rubén y nos permiten saber cómo fue prosperando su negocio y creando las relaciones con el poder y el delito.

La serie es impecable tanto en su ejecución, como en su resolución. No por nada está considerada una de las mejores producciones de la televisión española de todos los tiempos. Las interpretaciones son sólidas y realistas, destacando la del protagonista principal, de quien se ha dicho que con este papel alcanzó el cenit de su carrera. Este fue uno de sus últimos trabajos, ya que menos de dos años más tarde cuando falleció víctima del cáncer.

El guión de Jorge Sánchez-Cabezudo, Alberto Sánchez-Cabezudo y Laura Sarmiento Pallarés es una adaptación de la octava novela de Rafael Chirbes, publicada en 2007. Con respecto a la versión televisiva, el autor ha dicho que «la serie, sí, bueno, pues es otra cosa… Han cogido la novela y han hecho su lectura, esto… Es que Crematorio, la novela, huye de la trama, huye de lo policiaco, huye del misterio, se sostiene en el puro lenguaje, pretende ser una catarsis a partir del lenguaje, es decir que sería un ejercicio casi jesuítico, diríamos, loyolesco, de que el lector se enfrente a toda una serie de cosas que intuye que están dentro de él y no quiere ver. Y la serie, pues es otra cosa. La televisión necesita tensión e intriga, son lenguajes y cosas distintas»

Se emitió originalmente en el canal+ entre el 7 de marzo y el 25 de abril de 2011, posteriormente pasó a la cadena de aire La Sexta en enero de 2012 y a partir de allí, recorrió el mundo por diversos medios hasta recalar en Netflix, donde para muchos habrá pasado injustamente desapercibida.

RESUMEN

En pocas palabras, Crematorio es una miniserie muy lograda, que no sufre casi ninguno de los males que aquejan a otras producciones: no tiene fallas de guion, no tiene malas actuaciones, no le sobran (ni le faltan) minutos y tiene un cierre acorde al desarrollo. Si fuera un vino y yo me la diese de somelier, diría que es «redonda». Pero por favor, no me crean: véanla y ya me dirán si miento.