#Videojuegos: Algo está pasando en Córdoba

La noticia, que ya viene teniendo eco en la provincia, fue lanzada como una bomba en la pasada EVA Córdoba, la edición provincial del evento que tiene por fin promover el desarrollo nacional de este incipiente sector. Allí, ante la presencia de al menos 300 participantes, Pablo de Chiara, Secretario de Industria, contó las buenas nuevas y llenó de expectativas e inquietudes a los participantes: la segunda ciudad más importante del país será la primera en reconocer formalmente al sector videojuegos como industria.

Parecía el marco ideal: en la inauguración de la Semana TIC, en medio de un evento cuyo espíritu fue el videojuego como negocio, Córdoba estaba (y está) demostrando que se toma las cosas muy en serio. Tal como lo resume Mauricio Navajas, uno de los organizadores: “A comienzo de año nos planteamos que en Córdoba necesitábamos ver a los videojuegos como objetivo de negocio, entonces el evento fue planteado desde esa premisa. O sea, si querés vivir de esta industria este evento te va a dar las herramientas o el conocimiento para que puedas desempeñarte profesionalmente y que tu emprendimiento pueda crecer, y así la industria local”.

En Córdoba conviven actualmente 32 estudios que se dedican a hacer videojuegos. Nueve de ellos se dedican full time, mientras que el resto lo hacen part time o como un área dentro de un conjunto de actividades. Representan aproximadamente el 12.5% del ecosistema nacional y son la tercera fuerza, detrás de Buenos Aires provincia (36.9%) y CABA (31%). Económicamente para este 2016 se proyecta un margen de ganancias de unos 61 millones de dólares a nivel nacional, 4 millones más que en 2015, y para 2018 se calculan 71 millones de dólares proyectados. Todas estas son razones suficientes para entender por qué ésta provincia decidió dar este paso, y son suficientes también para preguntarse por qué todavía no se hizo en, por ejemplo, la provincia que nuclea casi el 70% de los estudios. O mejor: por qué todavía no se hizo a nivel nacional, agrupando a todo el sector en su conjunto y generando una iniciativa abarcativa y federal.

Mauricio Navajas, Organizador de EVA Córdoba 2016. Co- Founder de 3OGS y miembro de ADVA

Cabe aclarar, al respecto de esta ley, que Videojuegos no será una “industria” en sí mismo, sino que estará inserto dentro de lo que se llamará Polo Audiovisual. Será una definición que contempla otros sectores tales como el Cine y la Animación, denominados “industrias culturales”. Esto, sin embargo, es mucho más que lo que tenemos hasta ahora en cualquier parte del país, y hay que celebrarlo.

El pasado 4 de Agosto el Gobernador de Córdoba Juan Schiaretti envió a la Legislatura de dicha provincia el Proyecto de Ley de Fomento y Promoción de la Industria Audiovisual de Córdoba que declarará a la actividad audiovisual como actividad industrial. Cuando esta ley se apruebe, le dará al sector beneficios similares a los que tienen otras industrias, como por ejemplo: subsidios, exenciones impositivas, subsidios a la creación de empleo directo, entre otros. Pablo de Chiara sostiene que “para nosotros la industria audiovisual es muy importante. Córdoba tiene una gran cantidad de desarrollo académico; también tiene un desarrollo de producción, relacionando diferentes áreas audiovisuales. Y videojuegos sea probablemente la que primero reaccione a los beneficios de la ley, porque es la más consolidada y la más preparada para reaccionar rápidamente a lo que la ley propone”.

Pablo de Chiara, Secretario de Industria de Córdoba, y su equipo

Pero, entonces, lo que nosotros llamamos “Industria de videojuegos” ¿no es realmente una industria? Según Andrés Rossi, presidente de ADVA, (Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina) “existe el pensamiento industrial en desarrollo, porque se está aprendiendo, pero sí existe. Las provincias centrales del país, para hacer un recorte y no ser tan abarcativo, lo tienen a videojuegos puntualmente como un sector estratégico porque se entiende la capacidad de generar valor e impacto económico”. Desde su actividad y debido al movimiento que genera tanto a nivel económico como de mano de obra –empleando a más de 2000 profesionales– el sector cumple con esa demanda, pero todavía falta un paso más que Rossi define cuando dice: “tenemos que evolucionar, tenemos que ser creadores de juegos. Somos realizadores; tenemos que crear productos con un valor agregado identificado, ahí hay industria. Es industria cuando vos transformás recursos, en este caso recursos intelectuales, para agregar un valor”.

Andrés Rossi, Presidente de ADVA

Pequeños logros

Uno de los problemas principales del sector videojuegos es que aún no existe, legalmente hablando, una definición concreta de lo que es un “videojuego”. Desde la falta de esa base es imposible construir algo si todavía no se sabe lo que es y, por lo tanto, la única alternativa a mano es incorporar al sector dentro de otros que tienen algo (pero poco) que ver con los videojuegos. Al respecto el Coordinador de Videojuegos del Ministerio de Cultura de la Nación, Alejandro Iparraguirre, agrega que “incluso antes de esa ley hay que definir al videojuego a nivel legislativo; que la ley contemple que cuando hablemos de videojuegos sepamos de qué estamos hablando (…) Para mí es una industria separada, se define por sí solo. Es un producto cultural. Tiene programación, game design, que son disciplinas principales para videojuegos y para audiovisual no. Hay unas determinadas características que hacen que los videojuegos se definan por sí solos, sobre todo con el impacto que tienen en la sociedad hoy, que pasa por otro lado”.

En líneas generales, al no ser reconocido como un sector independiente, definido e institucionalizado, el mayor inconveniente que tiene es la falta de políticas directas por parte del Estado de apoyo y promoción. Por lo tanto se ha ido ganando algunos lugares a fuerza de buscar vericuetos en las bases y condiciones ambiguas de algunos concursos y convocatorias, y de aprovecharse de la falta de definición concreta, moviéndose en una nebulosa que, con el tiempo, se fue asentando y permitió al sector videojuegos conseguir definitivamente una silla en la mesa, más por insistencia que por mérito propio. Sin ir más lejos, el proyecto original de la ley que espera aprobarse en los próximos días no incluía a videojuegos. Fue la gestión de los referentes cordobeses (apoyada por ADVA) la que hizo que se considerara al sector y se lo incorporara al proyecto de ley.

Ganadores de los Awesome Game Awards

En la actualidad podemos contar con algunos programas que, de una manera u otra, estimulan a los desarrolladores a formar sus estudios y generar sus proyectos, gracias a aportes económicos, en la mayoría de los casos. Entre los más destacados podemos nombrar a Espacio Santafesino, Fonsoft, Fondos de Fomento del Ministerio de Cultura de la Nación, Concurso Bicentenario de Tucumán, Concurso de Innovación del Ministerio de Cultura de la Nación y el MICA (Mercado de Industrias Culturales Argentinas), tras el cual la Secretaría de Cultura de la Nación le reconoce al sector el carácter institucional de industria cultural.

Sin embargo, no dejan de ser convocatorias que incorporan a los videojuegos en un acto de “buena voluntad” y no porque hayan sido creadas con la intención de sostener a este sector en particular. Por otra parte la Ley de Promoción de la Industria del Software Nº25922/04 (con su modificación Nº26692/11) contempla (pero no menciona) a la actividad brindándole pequeños beneficios que tienen que ver con exenciones impositivas.

Uno de los avances más importantes con respecto al proyecto de ley en Córdoba es que, a partir del momento en que se apruebe, el sector ya no dependerá de la voluntad de algún funcionario de turno, sino que estará amparado bajo un marco legislativo que será permanente. Mauricio Navajas, co-fundador de 3OGS y miembro de ADVA, explica que antes de la ley la relación con el Estado era “por persona”. “La realidad es que veníamos trabajando con distintas personas particulares que tenían un interés político y veían un nicho en que su mano podía aportar totalmente y lo hacían. Ahora tenemos un paraguas, un paraguas que es la Ley Audiovisual (…) No solamente nos quita el rótulo de ‘videojuegos’ en general, sino que ahora los videojuegos meten una pata directa, legal, donde no depende de un funcionario público de turno sino que al ser una ley va a perdurar en el tiempo lo cual ya da una proyección a futuro de apoyo del sector público mucho más grande y duradera que una simple persona que pueda apoyar al sector”, afirma.

El debate pendiente

No caben dudas que lo que hoy está logrando Córdoba es un paso enorme en dirección hacia la institucionalización del sector videojuegos, otorgándole una formalidad y un peso del que adolece a nivel nacional. En un marco ideal se espera que genere un efecto contagio y el resto de las provincias comiencen a discutir seriamente sobre la importancia de reconocer al sector como una industria cada vez más presente y relevante. Aún así, es imperante lograr a futuro la independencia del sector Videojuegos con el proposito de tener por voluntad propia poder de decisión frente al Estado, sin depender de industrias con su propia historia y peso específico.

Queda todavía mucho recorrido y hay que apuntar a la creación de una Ley de Videojuegos. Para esto es necesario plantear una serie de discusiones que tienen que ver con, primero, conocer qué función tienen los videojuegos a nivel social en Argentina y, segundo, demostrar qué influencia tiene el sector a nivel económico.

Habría que dejar de intentar acomodar a los videojuegos por la ventana dentro de planes que fueron creados para otra cosa solamente porque “hay que meterlos en algún lado”. Para esto tenemos que partir de una discusión concreta sobre Videojuegos como industria, lo que nos permitirá definir y formalizar un concepto sobre el cual poder sentar las bases de cualquier emprendimiento estatal que busque promover y afianzar a esta futura industria hecha y derecha.