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EL JUEGO DE ENDER: ORÍGENES, ASCENSO Y CAÍDA DE UNA SAGA – SEGUNDA PARTE

FANTACIENCIA

EL JUEGO DE ENDER: ORÍGENES, ASCENSO Y CAÍDA DE UNA SAGA – SEGUNDA PARTE

<< Primera parte

Xenocidio

Titulada originalmente Xenocida, a secas, la tercera entrega de la saga se publicó en 1991 y retoma la narración en el punto en que la dejara La Voz de los Muertos. En español se llamó Ender, el Xenocida, quizá porque los traductores querían dejar en claro que era una novela del Enderverso (y de paso colar un spoiler grande como una casa). La acción transcurre en dos planetas. Por una parte, la misma colonia Lusitania, que espera la llegada de una flota enviada por el Congreso Estelar para acabar con la amenaza de La Descolada de extenderse por el universo. Y si acabar con La Descolada significa acabar con el planeta, pues tanto peor para los lusitanos. Una vez mas, el tema del fin y los medios hace su aparición, junto al uso de las personas como herramientas prescindibles. Por la otra, el mundo de Sendero, de población china , donde se cree que algunos de sus habitantes, llamados Los Agraciados, están en comunicación con los Dioses. El precio que pagan por esta “bendición” es la necesidad de purificarse mediante un ritual que no es otra cosa que la sintomatología física del TOC (8).

Esta novela abandona el camino de la rigurosidad científica para adentrarse en cuestiones metafísicas y filosóficas. No es exactamente un defecto, pero sí un cambio de rumbo. Si hasta ahora el autor venía preocupándose por respetar el límite einsteniano para los viajes espaciales y tratando de explicar la comunicación mediante el ansible (9), ahora se embarca en una definición mas bien esotérica sobre la posibilidad del viaje a velocidades supra lumínicas, que no se sostiene desde el punto de vista científico.
La religión también juega un papel importantísimo, mayor que el que tenía en las otras partes de la saga. Los Cerdis han abrazado el cristianismo, pero una herejía se está extendiendo entre ellos, según la cual la mortal Descolada sería en verdad el Espíritu Santo y la sagrada misión de los creyentes es expandirlo por el cosmos… si los humanos mueren, será por infieles. Por su parte, los lusitanos investigan la posibilidad de que La Descolada sea no solo una forma de vida sapiente, sino la causa misma de la inteligencia de los Pequeninos.
En esta novela y las posteriores, se desarrolla la Jerarquía de Exclusión, que había sido introducida pero no explicada en La Voz de los Muertos. Esta Jerarquía es una forma de clasificar a las criaturas inteligentes, para definir si la comunicación y por tanto la coexistencia son posibles. Existen cuatro categorías:

Utlannings: forasteros de tu propia especie y planeta. Un utlanning es una persona que comparte la identidad cultural del observador. Por ejemplo, otro ser humano que vive en una ciudad, provincia o país distinto.

Främlings: miembros de tu propia especie, pero de otro mundo o cultura. Esto es, una persona tanto similar como diferente de nosotros. Por ejemplo, si un terrestre se encuentra con un habitante de Sendero, cada uno sería para el otro un främling.

Ramen (singular raman): seres de otra especie que son capaces de comunicación y coexistencia pacífica con la Humanidad, aunque esto no garantiza que la deseen. Jane, por ejemplo, puede considerarse raman.

Varelse: seres de otra especie que no son capaces de comunicarse con nosotros. No tienen puntos en común con la Humanidad. Un personaje describe a todos los animales como varelse, ya que con ellos ninguna conversación es posible. Viven, pero no podemos comprender los objetivos o causas que los hacen actuar. Podrían ser inteligentes, autoconscientes, pero no podemos llegar a conocerlos.

La razón de proporcionar esta jerarquía surge ya que una especie designada como ramen, plantea como viables la comunicación y el compromiso como alternativas a la guerra, mientras que si una especie se designa como varelse, entonces tenemos el derecho de hacerle la guerra en defensa propia. Sin embargo, estas definiciones están abiertas a la interpretación. Los Pequeninos y los fórmicos son considerados ramen en varios puntos de la serie y varelse en otros puntos, y el cambio de denominación no proviene de un cambio en las especies que se describe, sino más bien en los seres humanos o en la comprensión que estos tienen de las mismas. Quara, uno de los personajes, llega incluso a afirmar: “Hasta donde yo sé, la inteligencia es la inteligencia. Varelse es sólo un término [para] inteligencia-que-hemos-decidido-matar, y ramen Inteligencia-que-no-hemos-decidido-matar-todavía” (10).

También se amplía el concepto de aiúa (una palabra demasiado parecida a ánima o alma), introducido en La Voz de los Muertos, que es así mismo metafísico y místico, por mas que se pretenda revestirlo de un barniz lógico. La novela resuelve algunos, pero no todos los interrogantes que plantea y deja tantas dudas que pide a gritos una continuación. Fue nominada a los premios Hugo y Locus, aunque no ganó ninguno. Para el Nebula ni siquiera se la tuvo en cuenta.

Todos mis hijos
En 1996 aparece Hijos de la Mente, la supuesta última parte de la saga. Antes de leerla, pensé que el título apuntaba a otra de las religiones presentada en este universo ficticio: los Hijos de la Mente de Cristo. Pero en realidad es una referencia a quienes serán los protagonistas principales de la trama, los dos Hijos de la Mente de Ender: Peter, fiel copia de Peter Wiggin y Val, avatar rejuvenecido de Valentine Wiggin. Al parecer, Andrew tenía algunos asuntos familiares irresueltos.
Y este libro trata, precisamente, de asuntos irresueltos, familiares y de los otros, entre ellos:

  • La posibilidad de que Lusitania acabe siendo destruida por la Flota Estelar. Posibilidad que ya ha atravesado tres libros.
  • La detención definitiva de La Descolada y sus implicaciones morales ¿es válido aniquilar a una forma de vida en defensa propia? ¿Cómo determinar si la extinción de otra especie es el único camino para la propia supervivencia? La respuesta a estas preguntas depende, por su puesto, de la clasificación de la descolada como Ramen, Varelse o No Inteligente.
  • La comunicación con los “Descoladores” (hipotéticos creadores de la descolada)
  •  La amenaza del Congreso Estelar de desconectar definitivamente a Jean. Nuevamente, el tema de la extinción de una especie (en este caso, una formada por un único individuo).

La mayoría de estos hilos argumentales se abrieron en la entrega anterior de la saga, por lo cual tiendo a considerar Ender el Xenocida e Hijos de la Mente como una única obra en dos partes, pero los temas subyacentes han venido signando la totalidad de la obra: las dificultades de la comunicación entre especies, la definición de inteligencia, la destrucción de razas sapientes.

Este libro es sin duda el más flojo de la saga… parece que el autor sufriera el mismo cansancio que aqueja al protagonista y solo le interesara terminar de una vez. Aunque en la práctica, no termina: aún después de la última línea, el enigma de los descoladores queda sin responder. Previsiblemente, no recibió nominaciones a ninguno de los premios obtenidos por sus predecesoras.

 

VIDAS PARALELAS

Cuando ya se hacía hora de concluir la saga, Scott Card decide darle a su gallina de los huevos de oro un indulto por tiempo indefinido adentrándose en el género de la paracuela. En lugar de cerrar la historia, nuestro autor decidió comenzar a contar todo de nuevo… pero desde el punto de vista de otro personaje. Cuando me enteré de la existencia de esta “parasaga”, lo primero que me vino a la mente fue “¡Ladrón!”, pero, como antes que crítico soy lector, lo segundo fue “La tengo que leer”. Y la leí.

Ender y la habichuela mágica

En El juego de Ender, hay un personaje secundario que destaca del resto. Es su subalterno en la Escuela de Batalla, al que en un principio apodan Bean (11), por su baja estatura. Y mas adelante, se convierte en un colaborador tan estrecho que llegan a llamarlo La Sombra de Ender. En el momento mas oscuro, cuando todo parece perdido y Andrew está al borde del colapso, es Bean quién le recuerda “La puerta del enemigo está abajo” (12) . Este personaje es el elegido por el autor para recontar la historia de El juego de Ender, iniciando una nueva saga, hasta cierto punto paralela a la anterior.

La Saga de La Sombra comienza con La Sombra de Ender, publicado en 1999. Allí se cuenta la infancia de Julian Delphiki (nombre real de Bean) en las calles de Amsterdam, su paso por la Escuela de Batalla y su participación en la lucha contra los Insectores.

El paralelismo con Ender resalta las diferencias entre ambos: Andrew Wiggin, un niño de la clase acomodada, con una familia y fuertes lazos afectivos, sobre todo con su hermana. Julian, huérfano con un origen oscuro que se va develando a lo largo de la saga, abandonado a su suerte en las calles, enfrentando el hambre y la lucha diaria por la supervivencia. En la Escuela de Batalla, si Ender es el favorito, presionado hasta el límite por sus superiores pero constantemente protegido y cuidadosamente aleccionado para convertirlo en la Gran Esperanza de la Humanidad (aún a costa de destruirlo mental y moralmente), Bean es el segundón por propia decisión, el que permanece en las sombras porque es el lugar mas seguro, ocultando su inteligencia fuera de lo común como parte de un reflejo de conservación rayano en la paranoia.
Al revisitar los mismos escenarios de El Juego de Ender, el autor se permite ampliar el panorama, mostrarnos a Andrew a través de los ojos de Bean, lo que lo desmitifica y lo acerca al lector mucho más que la novela que lo tenía como protagonista. También Peter y Valentine adquieren una nueva dimensión y un gran protagonismo en este libro, que, al igual que sus continuaciones, no recibió premio alguno.

La Hegemonía

En La Sombra del Hegemón, tal el título de la segunda entrega, publicada en 2001, el autor profundiza sobre las consecuencias del fin de la guerra para la política de La Tierra. La Escuela de Batalla se desmantela y los niños, adolescentes ya, son devueltos a sus respectivos países. ¿Cuánto durará la paz ahora que la amenaza del enemigo común no existe y casi cada nación del planeta cuenta con al menos un estratega superdotado para comandar sus ejércitos y satisfacer su sed de conquistas?
Con un toque mas bien anticuado, los primeros en mostrar la hilacha son los rusos. Entre ellos se refugia Aquiles Flandes, que apareciera en La Sombra de Ender como rival de Bean primero en las calles y posteriormente en la Escuela de Batalla y que se perfila definitivamente como el malvado de la serie.
Además de esta clásica rivalidad entre Héroe y Villano, la trama se divide para seguir los pasos de varios de los compañeros de Ender y Bean y su transformación en líderes militares, políticos y al menos en un caso, religiosos. Otro gran protagonista es Peter Wiggin, el hermano mayor de Ender que fuera presentado como poco menos que un psicópata en la primera parte de El Juego de Ender, para terminar en cierta forma redimiéndose, convirtiéndose en Hegemón (líder político de la humanidad) y tomando a Bean como su mano derecha.

Puppetmaster

La tercera parte de la saga, Marionetas de la Sobra, vio la luz en el 2002. Comienza con una ruptura entre Peter y Bean, a causa, cuando no, de Aquiles. Momentáneamente separados, cada uno deberá enfrentarse a sus propios demonios. Se profundiza la relación amorosa con Petra, quién insiste en formar una familia sin importar los riesgos de la herencia genética de Bean, herencia sobre la que seguimos aprendiendo mas con cada entrega (13).

Mientras, Peter descubre que sus padres no son, como él pensaba, dos inocentones que no se enteran de nada. Si algo puede decirse de esta novela, es que redimensiona los personajes de John Paul y Theresa Wiggin, ante los ojos de su hijo, pero también y sobre todo ante los del lector, que ha llegado hasta este punto sin caer en la cuenta que estos dos son los padres no solo del Héroe de Guerra mas importarte, sino también del Líder político más poderoso de la Humanidad. Si parecen ignorar los tejemanejes de sus hijos, es porque eso es lo que quieren que parezca. Todo mientras se pone en marcha una partida de TEG a nivel mundial entre los graduados de la Escuela de Batalla… con ejércitos reales.

La Sombra de Orson

Y llegamos a lo que parecía ser el final, si no fuera por la costumbre económicamente rentable del autor de nunca dar nada por terminado. Hablamos de la cuarta entrega, publicada en 2005 y titulada La Sombra del Gigante. El gigante del título es el propio Bean, que debido a la genética ya no es el pequeñajo del comienzo sino un superhombre cuya altura al fin ha alcanzado a su inteligencia. Pero ese gigante también podría ser Orson Scott Card, ya que es su sombra la que se extiende sobre toda la trama, oscureciéndola.

La novela plantea la resolución de las historias de Peter, Bean, Virlomi, Alai, Hot Soup (los líderes de la partida iniciada en la novela anterior), etc. Pero también es una monstruosa bajada de línea, una herramienta para que la voz del autor se pueda hacer oír fuerte y claro, ya sea como narrador omnisciente o por boca sus criaturas. Sus ideas sobre tradición, familia y política (14) contaminan la historia y sobre todo, invaden la psicología y el comportamiento de los personajes. No importa que color de piel tengan, que religión profesen, como hayan actuado antes… ahora, de pronto, todos son avatares de Orson. Como Peter y Val de Hijos de la mente son escisiones de la personalidad de Ender, los protagonistas de este libro son escisiones de la personalidad del autor. Y se nota.

El único que no sufre tanto maltrato, es el protagonista principal. Bean logra conservar su humanidad entre tanto maniqueísmo, quizá porque ni siquiera Scott Card se animó a sumarle otra cruz a las tantas que carga el joven Delphiki. Bien por ese respeto, que no alcanza para salvar la novela del inevitable naufragio.

El fin sobreviene en forma más bien repentina. Mucho queda sin explicar, y por supuesto, se adivina un enorme cartel de CONTINUARÁ para este capítulo de una saga que comienza a tornarse imposible de terminar. En todos los sentidos.

La Convergencia

Ender en el Exilio fue publicado en el 2008 y es motivo de confusión para algunos lectores y críticos. Dado que el protagonista es Andrew Wiggin, hay quienes se refieren a él como “el quinto libro de la saga de Ender”. Pero los hechos transcurren 400 años después de El juego de Ender y 2650 años antes de La voz de los muertos. El autor no retoma la trama dónde la dejara el cuarto libro de Ender, Hijos de la mente, sino donde lo hizo La sombra del gigante. Personalmente, considero a este libro como parte de la saga de La Sombra. Lo que no se discute, es que se trata del primer intento de Card por unificar ambas tramas.

Es también un retorno a las fuentes. Volvemos a encontrarnos con el “viejo” Ender. Paradójicamente, ya que se trata de un Ender de trece años, recién salido de La Tierra, apenas en el comienzo de su viaje de expiación y aún en la plenitud de sus facultades tácticas y estratégicas, que deberá aplicar esta vez no a la batalla, sino a la política. Es el mismo Ender del final de la primera novela: inteligente, ácido y carcomido por la culpa.
Pero también nos encontraremos con personajes de la Saga de La Sombra, como Virlomi, esta vez en el papel de gobernadora de la colonia hindú Ganges. Ender llega a ese planeta tras su paso por Shakespeare, y allí conoce al líder de la descontenta minoría blanca, Randall Firth, quién dice ser hijo de Aquiles El Grande (el archienemigo de Bean) y solo vive para vengar a su idolatrado y “malinterpretado” padre.

El estilo de narración está mas cercano al comienzo de la saga que a los últimos y pesados libros. Pese a lo previsible del final, que le resta puntos (el autor pretende guardarse en la manga un as que es visible desde el principio para cualquier lector medianamente avispado) representa un cambio positivo con respecto al declive experimentado en las últimas entregas de ambas series.

Dicho esto, hay que señalar que aquí Card cae en otro de los vicios recurrentes de algunos de sus colegas (y me parece que ya no le queda ninguno por probar… vean sino los apéndices): esa fagocitosis de cuentos conocida como “fix-up”. Y es que gran parte de los capítulos de esta “novela” fueron publicados en su momento como relatos independientes en el Webzine del autor, InterGalactic Medicine Show.

Continuará …


8. TOC: Trastorno Obsesivo-Compulsivo.

9. El ansible es un método de comunicación MRL (más rápido que la luz) originalmente creado por Ursula K Leguin para su Universo del Ecumen que Scott Card roba descaradamente toma prestado incorpora en su saga. El Coronel Graff explica en El juego de Ender: “El nombre oficial es Comunicador Instantáneo de Paralelaje Filótico, pero alguien sacó la palabra ansible de un libro viejo”. Como decía un amigo: no es robo, es homenaje.
10. Este párrafo y la Jerarquía de Exclusión, con ligeras modificaciones, hansido extraídos de la siguiente página http://es.wikipedia.org/wiki/Conceptos_en_la_serie_de_la_Saga_de_Ender.
11. Frijol, habichuela.
12. Una parte importante del entrenamiento son las batallas de equipos en gravedad cero. Ender demuestra ser capaz de orientarse naturalmente en ese entorno, dejando de lado los conceptos tradicionales de arriba/abajo. En ese contexto, su frase La puerta del enemigo está abajo se convierte en una mezcla de paradigma teórico, chiste privado y grito de batalla para Ender y sus soldados.
13. Y sobre la que diré lo menos posible.
14. Me sentí tentado a completar la frase con “propiedad”.

 

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