¿Un dejavu? Review de Taken 2

Taken 2, Francia/2012. Dirección: Olivier Megaton. Guión: Luc Besson y Robert Mark Kamen. Elenco: Liam Neeson, Maggie Grace, Famke Janssen, Rade Serbedzija. Duración: 98 minutos.

Desde hace un tiempo caí en el entupido prejuicio, todos son entupidos pero este lo es aun más, de que existe determinado cine que poco o nada tiene que ver con este lugar: con Central Mutante. Un sitio que dado su nombre debería enarbolar la bandera de la diversidad y propiciar la inclusión hacia el distinto, así como lo hacia aquel lejano film de Brian Singer  acerca de los X-men, a mi me limita. Esta limitación me torna un ser incapaz de objetar la idea de que la ciencia ficción y la historieta en la gran pantalla son un requisito indispensable en la web. Tanto es así que me permito obviar una cinta de la que tengo muchas ganas de hablar como “Inocencia clandestina”, la precandidata al Oscar, para abocarme a lo que creo es acorde al lugar.

Y halle una excusa, por demás cobarde pero excusa al fin: el protagonista del film que nos ocupa es Qui-Gon Jinn de Star Wars y Ra’s Al Ghul de Batman (es también la voz del león Aslan en un film que me niego a nombrar pero que partió de la mágica cabeza de C.S.Lewis). Hablamos del señor Liam Nesson y por consiguiente de Taken 2.

Taken 2:

La primera era correcta y estaba bien, y no es cosa de todos los días que un film de acción lo este. Y es que un film con escasas pretensiones difícilmente genere eso que llamamos “grata sorpresa”. La cinta francesa del 2008 con Luc Besson a la cabeza como director sin dudas la generó, y los números acompañaron: Taken costó cerca de 25 millones y recaudó más de 250. Números mediante, ¿existía alguna posibilidad de que nos priváramos de hablar de una secuela?

Esta nueva entrega lo tiene a Besson solo como productor aunque es cierto que su estilo  brinda el presente en contadas situaciones (un claro ejemplo son las persecuciones de autos). Olivier Megaton (que con ese nombre debería ser un transformers o como mínimo tener un gimnasio) se ocupa de la dirección en una temática que le sienta por lo menos cómoda (ya había dirigido al pelado Statham en Transporter 3).

La cinta se repite más que el ajo respecto a su primera parte sin embargo no deja de asombrar la poca verosimilitud que ofrece el guión así como algunas de sus escenas de acción.

Tanto es así que el film roza, durante la mayor parte de su metraje, un estado de desfachatez acorde al chiste, a la gracia, a la tomada de pelo. Sin embargo, y este es su mayor error, se toma las cosas demasiado en serio. Es un chiste carente de gracia, uno que no surte efecto.

En Taken 2 los albanos, que parecen ser unos tipos muy jodidos, deciden tomar venganza y  hacerle pagar al ex agente de la Cia llamado Mills (Liam Neeson) por la inmensa cantidad de extras que asesino en la primera parte del film.

Que Neeson este pasando unas amenas vacaciones en el país vecino de Turquía junto a su hija y su ex mujer, que ahora es también la ex mujer de otro, les viene como anillo al dedo. Obviamente el oxidado Neeson se calzara el traje de buen tipo y lograra salvar, una vez más, al objetivo principal de los bad boys: su familia.

Busqueda implacable 2 no logra esconder, mas allá de la increíble sucesión de escenas de acción vertiginosas con las que cuenta, no solo la edad que presenta su protagonista sino su carácter de “copia burda y carente de calidad” respecto a su antecesora. Unos viejos spots de los ´90 rezaban que las videocasseteras en un futuro reconocerían las copias piratas. En esos el “Maraja de San Telmo” explotaba… de la misma manera la película de Megaton también lo hace.

Aquí el móvil no es otro que la acción y cuando comienza, después de una media hora bastante tediosa, nos permite obviar por momentos estas falencias y otorgarnos un entretenimiento plagado de escenas archiconocidas, como si de un dejavu se tratase. Un entretenimiento en el que los protagonistas son las armas y las patadas más allá del esfuerzo que Liam Neeson haga.

Por: Cristian Oliva.